El índice de precios al consumidor nacional arrojó un alza del 1,0 por ciento en diciembre respecto del mes pasado, mientras que acumuló en 2014 un aumento del 23,9 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. Los precios relevados por el indicador cerraron el año pasado con una fuerte desaceleración en relación con las remarcaciones del primer trimestre, cuando la devaluación de enero, la especulación de comerciantes del mercado interno y la incertidumbre en la plaza cambiaria generaron un salto de precios. Las estimaciones de privados también computaron estas menores presiones inflacionarias en la última parte de 2014, cuando aumentaron las reservas internacionales, disminuyó la cotización del dólar paralelo, se reactivaron decisiones de consumo del sector privado y retrocedió el valor internacional de los hidrocarburos, un producto de relevancia para la estructura de costos de la economía.

El indicador de precios de diciembre registró la tasa de variación más baja de todo 2014. El dato requiere observar que en enero el alza había sido del 3,7 por ciento; en febrero, del 3,4; en mayo, del 1,8; en julio, del 1,4 por ciento; en octubre, del 1,2, y en noviembre, del 1,1. Las estimaciones de inflación que se realizan a través del Gobierno de la Ciudad también anotaron la moderación de los precios a lo largo del año, para aumentar 4,8 por ciento en enero, 2,3 por ciento en agosto y 1,5 por ciento en diciembre. El programa de Precios Cuidados, la desconcentración de las ventas minoristas a través de comercios vecinales de la Red Com.Pr.Ar y el acuerdo de la Secretaría de Comercio con la industria para establecer precios de referencia en productos relevantes (canasta escolar, medicamentos y naftas, entre otros) fueron factores centrales para moderar el proceso inflacionario.

La desaceleración de los precios en el mercado interno adquiere relevancia si se observa el desempeño de los diferentes rubros del IPC (nacional urbano). El mes pasado el sector de alimentos anotó una suba del 0,7 por ciento, contra el incremento de 3,3 por ciento en enero; en equipamiento y mantenimiento del hogar fue 1,0 por ciento, contra 4,5; en transporte y comunicaciones, 0,7, contra 5,4; en esparcimiento, 3,1, contra 4,8; en atención médica y gastos para la salud, 0,7, contra 5,9; en indumentaria, 1,3, contra 0,8; en vivienda y servicios básicos, 0,3, contra 2,2, y en educación, 0,5, contra 1,6.

En el detalle por productos, el centro de estadísticas informó que las mayores variaciones en diciembre se registraron en transporte para turismo, con un aumento del 20,7 por ciento; en alojamientos y excursiones, con 4,6; en cigarrillos, con 6,8, y en diarios, con 4,2. A diferencia de este desempeño, los artículos que registraron las menores remarcaciones fueron carne, con un avance del 0,4 por ciento; yerba mate, con 0,3 por ciento; quesos, con 0,4, y productos medicinales, con 0,1. En tanto, las verduras computaron una disminución de precios del 0,2 por ciento, mientras que el correo retrocedió 0,3 por ciento. Para enero, la negociación con el sector de combustibles para bajar la nafta 5 por ciento tendrá un efecto clave para descomprimir la presión de costos de distintos sectores de la economía.

La performance de los precios internos en el 2014, que cierra con un alza del 23,9 por ciento, resulta notable si se contemplan los augurios de desborde inflacionario de economistas de mercado. Los especialistas del establishmet pronosticaron que la inflación iba a tener un piso del 40 por ciento el año pasado, impulsada por el desequilibrio fiscal, la emisión monetaria y la incertidumbre cambiaria. Además de las medidas de control de las remarcaciones impulsadas a través del Gobierno, la disminución de la cotización de las materias primas de alimentos, la caída del precio internacional del crudo y el menor movimiento de la economía a nivel local fueron otros elementos que potenciaron la desaceleración de los precios a lo largo del año pasado. Un punto central es que las negociaciones paritarias se cerraron en promedio al 30 por ciento, lo que posibilitó sostener la capacidad de compra de la población. Los incrementos de las jubilaciones y de subsidios a sectores postergados de la población también registraron un aumento que superó las estimaciones de precios oficiales y privadas. Por caso, la Asignación Universal por Hijo tuvo un ajuste del 40 por ciento.