La Justicia alemana falló a favor de dos holdouts que no entraron a los canjes 2005 y 2010 y dictaminó que la Argentina deberá pagarles los intereses devengados. El monto definido representa unos 6800 euros.

El Tribunal Federal de Justicia alemán rechazó el argumento argentino de que, en ausencia de normas del derecho internacional en contrario, un acuerdo con la mayoría de los acreedores le da legitimidad para imponerle las condiciones al resto.

Los demandantes son dos particulares que compraron en 1996 y 1997 bonos argentinos emitidos bajo legislación alemana, en marcos, que entraron en default en 2002. Los demandantes ganaron instancias anteriores sobre el caso.