“En estos doce años, los argentinos han aprendido que era mentira que teníamos que vivir arrodillados y pidiendo disculpas para que nos fuera bien”, señaló ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al dirigirse a los militantes que se encontraban en los patios internos de la Casa Rosada. Después de anunciar la ampliación del plan Progresar, dio un discurso en el que resaltó los logros de la gestión kirchnerista y también apuntó a las elecciones presidenciales de octubre al dirigirse “a todos los argentinos, aun los que no me quieren, cómo estaban en el 2003 y como están ahora y asegúrense de que ése al que voten les dé algunas cosas que les dimos todos estos años”.

“Así como el primer peronismo fue una década de aprendizaje para el pueblo, en estos doce años de kirchnerismo los argentinos han aprendido que los mejores gobiernos son aquellos reconocidos en su tierra, no los ponderados afuera”, aseguró la Presidenta desde el balcón que da al patio interno del Salón de los Patriotas, donde la escuchaban y respondían con cánticos los militantes kirchneristas. “Borombóm bombóm, boróm bomboóm, para el proyecto la reelección”, se escuchó casi al unísono el canto que subía desde donde se encontraban los integrantes de las agrupaciones kirchneristas. “Queremos mayor igualdad y equidad, porque ésta nos va a hacer vivir en un país más seguro en donde nadie envidie a otro o pueda sacarle algo a alguien porque tiene una mejor cartuchera o más lindas zapatillas”, destacó luego la Presidenta.

“Los argentinos han aprendido que era mentira que la flexibilización laboral o la reducción de derecho generaba riqueza”, recordó Fernández de Kirchner, contrastando las políticas públicas de los últimos años con las que reinaron en los ’90, centradas en el neoliberalismo y la reducción del Estado. “Aprendimos que el Estado puede hacerse cargo de resortes clave de la economía y manejarlos con eficacia”, dijo y agregó que “lo aprendimos con Aerolíneas Argentinas, con la recuperación de la administración de las AFJP y de YPF, y también del espacio radioeléctrico, por eso hoy tenemos satélites argentinos en el espacio”, sostuvo al repasar algunos de los resultados de las políticas implementadas. “Las mujeres aprendimos que tenemos los mismos derechos que los hombres, los científicos, que hay un país que los valora”, y se tomó un respiro para resaltar que “aprendimos también que los jóvenes pueden ser convocados por un proyecto político, no sólo para ir repartiendo volantes, sino para ser protagonistas de la historia”.

Las elecciones presidenciales de octubre se colaron en parte del mensaje de Fernández de Kirchner, pero esta vez dirigido a “los cuarenta millones de argentinos”. “Yo quiero preguntarles a todos los argentinos, aun los que no me quieren, cómo estaban en el 2003 y como están ahora y les digo que, como seguro no nos van a votar, pese a todo lo que ganaron, asegúrense de que ése al que voten les dé algunas cosas que les dimos todos estos años”, aseguró y con un toque de ironía agregó: “Les digo que lo piensen bien porque no se aceptan devoluciones”. Poniendo mayor seriedad, nuevamente destacó que el kirchnerismo podía “mirarlos a los ojos y nadie puede reclamar que les hayamos sacado nada”.

“Todos tienen que entender, piensen como piensen y estén en donde estén, que la mejor garantía de un país más seguro para todos es con mayor igualdad, y el gobierno que la logre será el que habrá garantizado una mayor seguridad para todos los argentinos”, destacó luego de los anuncios de mejoras en el plan Progresar, que permite el avance en los estudios con subsidios del Estado, y apuntó que “el trabajo y la educación son los pilares de este proyecto político porque saben que cada vez va a ser más difícil conseguir trabajo si no tenemos educación”.

Antes, había agradecido la masiva movilización al Congreso en su apoyo cuando inauguró el período legislativo, el 1º de marzo. “Quiero agradecer a las decenas de miles que se volcaron a la calle, con lluvia y sin paraguas”, volvió al tono irónico para contrastar con la marcha opositora que encabezó un grupo de fiscales el 18 de febrero. Resaltó la gran cantidad de gente que se acercó por fuera de las organizaciones políticas y remarcó que esas “decenas de miles que nos acompañaron como nunca, y no a una mujer o una presidenta sino que acompañaron llenando plazas y avenidas de la ciudad de Buenos Aires a un proyecto político”.