El Bank of America es el nuevo dueño del BankBoston. El cambio forma parte de una megaoperación bancaria que se anunció ayer en Washington: la absorción del Fleet Boston Financial Corporation –propietario del BankBoston– por parte del Bank of America, que convierte a este último en el banco más grande de los Estados Unidos y el segundo a nivel mundial, con activos por unos 900.000 millones de dólares. La operación se acordó en 47.000 millones de dólares. Voceros del BankBoston aseguraron a Página/12 que la entidad financiera seguirá operando con normalidad, y que el cambio de nombre recién se concretaría hacia finales del próximo año, después de que la transacción sea aprobada por los entes reguladores estadounidenses.
Respecto de la situación en la Argentina, la operación impacta de manera muy distinta para cada banco. La presencia financiera en la plaza local del Bank of America es menor. Se reduce a una representación comercial que atiende preferentemente a empresas estadounidenses. De hecho, no existen cuentas abiertas por público minorista. Sólo hay 74 cuentas corrientes de compañías, y apenas emplea a 42 personas. Retiene plazos fijos por 23,9 millones de pesos. Llamativamente, el fuerte del grupo pasa por los negocios extrafinancieros: es dueño de la cadena de supermercados Eki y posee, desde hace siete años, el 40 por ciento de Droguerías Monroe.
En cambio, para el BankBoston, la operación implica un cambio drástico. Desde 1917, cuando se instaló en el país, la entidad financiera no dejó de expandirse. Ni siquiera cambió de nombre cuando el Fleet Financial adquirió el Boston, en una operación que también se cerró en los Estados Unidos, hace cuatro años y medio. Ahora se presume que del histórico edificio ubicado en Diagonal Norte, Bartolomé Mitre y Florida, en plena city, bajarán el cartel del BankBoston y colocarán allí otro con el nombre de los nuevos dueños. Acaso sea este inmueble, de ocho pisos y dos subsuelos, uno de los activos más preciados: edificado entre 1921 y 1924, se inauguró en noviembre de ese año. Para su construcción se importaron piedras, cerámicas, rejas y hasta el portón de cuatro toneladas de la entrada. Fue traído desde Inglaterra. También fue objeto de ira de los ahorristas acorralados.
El BankBoston cuenta con 115 sucursales, está octavo en el ranking general de depósitos (3915 millones de pesos) y atiende a un millón de clientes. Casi la tercera parte de los 3,5 millones que el grupo posee en toda América Latina. El BankBoston tiene filiales en Brasil, México, Chile, Uruguay, Perú, Colombia y Panamá.
En la city sostienen que esta fuerte incursión del BankBoston en Latinoamérica es una de las claves de la operación, ya que le permitiría al Bank of America volver a hacer negocios en la región. El “Bofa”, tal como se lo conoce en el microcentro, tuvo una fuerte presencia comercial durante la década del ‘80. En aquellos años, el banco era, junto al Citi, uno de los acreedores más importantes de la Argentina. Por entonces era común que los presidentes de esas entidades visitaran Buenos Aires para “sugerir” que la Argentina siguiese pagando la deuda a pesar de la crisis. Finalmente, la entidad financiera se fue de la Argentina en 1990, transfiriéndole su sede central y las sucursales al Banco Galicia. Desde ese momento, y tal como lo había hecho durante las décadas 1960-1980, el Bank of America limitó su presencia a una representación. La última vez que intentó hacer negocios con la Argentina fue el año pasado, cuando se postuló como asesor financiero para la reestructuración de la deuda. Pero no fue seleccionado por el Palacio de Hacienda.
Esa larga prescindencia es la que genera dudas entre algunos analistas del mercado: para ellos, el “Bofa” se encuentra en pleno repliegue en la región. Así lo había anunciado el directivo Jeff Hershberger desde Washington. Pero en las oficinas locales del BankBoston descartan esa retirada: argumentan que, tras la operación de ayer, la nueva entidad controlará el 9,8 por ciento del mercado estadounidense. Y que como nopuede retener más del 10 por ciento, no le queda otra alternativa que expandirse a otras plazas.