@p>En la Unión Industrial Argentina (UIA) vuelve a sobrevolar el fantasma de la ruptura. La seccional bonaerense, que representa el 50 por ciento del sector fabril nacional, amenaza con abandonar la entidad por diferencias con la manera en que se eligieron a las nuevas autoridades. “Es la primera vez en la historia que la UIA está conducida por gerentes de grandes empresas. No representa los intereses de quienes debemos pagar quincenas y compartir los problemas de nuestros trabajadores”, dijo el actual presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), Pablo Reale. De este modo, se sumó a las críticas que se conocieron días atrás por parte de otros directivos provinciales de la UIA Patagónica, de Chaco, de NOA y de la Ciudad de Buenos Aires.

Los empresarios se quejan por la falta de discusión interna sobre temas que hacen a la realidad de la pequeña y mediana empresa, mientras la cúpula se focaliza en presentarse como un foro de presión para disciplinar al Gobierno. “Pretenden transformar a la central fabril en una nueva AEA (Asociación de Empresaria Argentina)”, señaló la Uipba en un comunicado. “La UIA ya no es industrial ni argentina”, agregó a Página/12 uno de sus integrantes.

En los últimos años, la posición confrontativa de la dirigencia de la UIA dividió aguas en el seno de la entidad. Principalmente, las cámaras que representan a pequeñas y medianas industrias comenzaron a alejarse y, en muchos casos, sus representantes dejaron de participar de los encuentros semanales debido a que se dejó de discutir temas puntuales de la actividad fabril. “Todo lo que genere algún debate ya no se discute y hay mil cosas para plantear. Tenemos que revisar la exportación de las pymes y qué propuestas podemos ofrecer después de octubre. Si necesitamos un Estado presente para seguir cuidando los sectores con mayores dificultades o volver a las políticas de la década del noventa”, agregó a este diario un representante de la Uipba.

Las pymes también cuestionan que la conducción siempre esté en manos de gerentes de firmas multimillonarias, según relató la fuente. Esta situación derivó en la renuncia al cargo como vocal de la UIA de Osvaldo Dapuetto, titular de la Unión Industrial porteña, quien se mostró disconforme con la conformación del Comité Ejecutivo. Dapuetto se sumó así a la renuncia del presidente de la UIA Patagónica, Juan Moravek. La interna se recalentó el mes pasado, luego de que dirigentes de la agrupación Industriales, que tiene que asumir el 22 de este mes en función del acuerdo político con sus pares del grupo de Celeste y Blanca, manifestaron su disconformidad por el arreglo entre Techint y Arcor para que el gerente de Relaciones Institucionales de la empresa alimentaria, Adrián Kaufmann, suceda a Héctor Méndez. Los empresarios bonaerenses, representantes metalúrgicos, criticaron que no se buscara un consenso en la designación.

En la UIA rige desde hace tiempo un acuerdo de alternancia para ocupar el cargo de presidente entre la lista Industriales y la Celeste y Blanca. El acercamiento a AEA molestó porque es la entidad que representa intereses de las grandes compañías multinacionales que operan en el país y está fuertemente enfrentada con el Gobierno. La principal oposición interna en el grupo de Industriales proviene de la representación de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, quienes manifestaron su firme rechazo a la pretensión de nombrar un presidente de la institución sin que se hayan respetado los más mínimos principios de consulta y transparencia. Desde la UIA apuntan contra el ex titular de la Uipba, Osvaldo Rial, a quien acusan de querer conducir la entidad nacional jugando la carta de su cercanía con el gobernador bonaerense y candidato presidencial, Daniel Scioli.

Como respuesta a estas tensiones, las cámaras empresariales bonaerenses crearon la Coordinadora Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Cipba), con el objetivo de designar de común acuerdo a los representantes de la industria de ese distrito ante la UIA, tanto en sus Comités Ejecutivos o de Presidencia, Juntas y Consejos Directivos. “Por ahora vamos a seguir pagando la cuota de socio y se va a esperar a que esa institución vuelva representar a las pymes”, señaló la fuente consultada.