Dom 27.12.2015

ECONOMíA  › POLíTICAS REDISTRIBUTIVAS Y CRECIMIENTO ECONóMICO

Laberintos y salidas

Una medición independiente del crecimiento per cápita y la desigualdad en los gobiernos democráticos muestra el extraordinario contraste en los resultados a favor de las gestiones kirchneristas.

Un original gráfico realizado “por curiosidad” por un apasionado de “la visualización de datos”, Fernando Cuchietti, publicado en su blog, da cuenta de la evolución de la desigualdad y el crecimiento económico entre 1986 y 2013 en Argentina. El resultado es notable: muestra las oscilaciones entre movimientos positivos y negativos para un valor u otro en cada gobierno hasta 2003 y cómo, a partir de entonces, se verifica un movimiento constante de avances económicos y sociales (crecimiento del producto per cápita y caída de la desigualdad), con breves tropiezos por la crisis global (2008 y 2011) que interrumpieron el crecimiento pero no la mejora hacia una distribución más igualitaria. Esa trayectoria final, que en el gráfico que acompaña esta nota se observa casi como una línea recta hacia el rincón inferior derecho, significa que al tiempo que crecía el producto (movimiento a la derecha), se iba reduciendo la desigualdad (movimiento hacia abajo). El alto crecimiento económico que caracterizó la última década fue acompañado de políticas sociales que garantizaron la distribución de los beneficios.

El autor del gráfico reconoce que se inspiró en otro similar hecho para Brasil. Se preguntó que pasaría si se volcaran los datos de la economía argentina al gráfico. Recabó la información del Banco Mundial, ordenó el producto bruto interno per cápita entre 1986 y 2013, los ajustó a dólares constantes de 2005 (después de recibir cuestionamientos a una primera versión publicada sin ajustar) y siguió la serie del coeficiente de Gini para medir la desigualdad. Este índice, reflejado en la coordenada vertical, mide con un valor 100 una desigualdad máxima (concentración absoluta del ingreso en una sola persona), y con un valor cero la distribución perfecta e igualitaria entre todos. En el período graficado, el valor 54 describe el momento de mayor desigualdad en la distribución del ingreso.

Vista la trayectoria por período presidencial, se observa:

- Raúl Alfonsín. La curva empieza en 1986, con un nivel de baja desigualdad (inferior al índice 43 de Gini), y un ingreso per cápita de poco más de 4600 dólares, en la etapa de puesta en marcha del Plan Austral. Los años posteriores muestran, primero un ascenso de la desigualdad, para ingresar luego en una etapa de retroceso del ingreso (en forma de L invertida). Al cambio de gobierno (mayo de 1989) se llega con un ingreso per cápita del orden de los 4000 dólares anuales, y un coeficiente Gini que ya se había elevado a 46.

- Carlos Menem. Los primeros años, superada la hiperinflación de 1989/90, se caracterizarían por un fuerte avance del producto per cápita (de 4000 dólares salta a 5300 anuales en 1994), con caída de la desigualdad hasta 1993, pero con fuerte reversión del ciclo a favor de una alta concentración del ingreso entre ese último año y 1998. En este último tramo, el índice Gini que mide la desigualdad crecería desde menos de 45 (1993) hasta 51 (1998). El producto per cápita, que alcanzó a casi 5800 dólares en 1998, comenzó a retroceder en 1999 en una tendencia que se mantendría con el gobierno que lo sucedió.

- Fernando de la Rúa. La curva grafica este período en forma elocuente, con violento recorrido para atrás y hacia arriba. Es decir, caída en el producto y aumento de la desigualdad, desde que la Alianza tomó el gobierno en diciembre de 1999 hasta que lo abandonó en diciembre de 2001, con el megacanje, el blindaje y el corralito como hechos económicos característicos de la época. El coeficiente de desigualdad creció de 50 a 54, y el producto per cápita cayó de un nivel mayor a 5500 dólares a un punto apenas superior a los 4500 dólares anuales.

- Eduardo Duhalde. Luego del sacudón institucional, la transición de Duhalde tuvo a cargo la primera etapa de salida de la convertibilidad (devaluación mediante), que se vio refleja en una recuperación del crecimiento (de 4600 a 5100 dólares per cápita) y un descenso de la desigualdad de casi dos puntos en el coeficiente Gini (entre 54 y 52).

- Néstor Kirchner. Los cuatro años y medio del ex gobernador de Santa Cruz marcaron la consolidación de una tendencia insinuada con el gobierno de Duhalde. La trayectoria de la curva de Cucchietti señala una orientación de firme avance del crecimiento (movimiento a la derecha), con un aumento del ingreso per cápita desde los 5100 dólares anuales a casi 6700 en diciembre de 2007. En materia social, también es contundente el avance hacia una distribución más igualitaria, con una baja en el índice Gini desde un valor 52 a un nivel apenas por encima de 46. Las políticas de empleo y de seguridad social resultaron claves para alcanzar estos resultados.

- Cristina Kirchner. Pese al impacto de la crisis global entre 2008 y 2009, el avance social a través de una distribución más justa no se detuvo, como queda expuesto en el gráfico. Los desequilibrios externos vuelven a hacerse sentir entre 2011 y 2012, pero otra vez las políticas sociales del gobierno evitarían que afecten las políticas redistributivas. Con cifras hasta 2013, la curva de Cucchietti revela para este período una caída del coeficiente Gini de 46 a casi 42, y un avance del producto per cápita de unos 6700 dólares a más de 7700. Ambos valores señalan el punto más alto de toda la serie analizada a nivel de producto per cápita (indicador de crecimiento) y el más bajo en materia de desigualdad (indicador de una fuerte distribución progresiva del ingreso).

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