El secretario de Finanzas, Luis Caputo, viajará el lunes próximo a Nueva York, con el objetivo de iniciar formalmente las negociaciones con los fondos buitre que tienen sentencia firme en tribunales estadounidenses contra la Argentina por el reclamo de sus tenencias en bonos defolteados en 2002. Según informaron desde el Ministerio de Hacienda, la reunión de Caputo con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez neoyorquino Thomas Griesa, será el miércoles próximo. El objetivo oficial es conseguir un stay (cautelar) para poder dar curso al desembolso de unos 8000 millones de dólares por parte de un grupo de bancos extranjeros. Esta operación se demora por miedo a que los buitres intenten interponerse en la colocación de deuda de gobierno.

Caputo no estará acompañado por el titular de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. El secretario de Finanzas argentino ya estuvo la semana pasada en Nueva York en oportunidad de mantener conversaciones con estudios de abogados. En ese viaje, Caputo transmitió a Pollack el interés del nuevo gobierno de reanudar las negociaciones con los acreedores que demandaron al país por unos 1330 millones de dólares, sin contar los intereses devengados desde el fallo hasta la actualidad.

Según informó Prat-Gay la semana pasada, la Argentina procura la contratación de nuevos estudios de abogados en reemplazo del tradicional bufete Cleary Gottlieb, que desde hace tres décadas asesora al Estado argentino en el manejo de deuda. Prat-Gay considera que Cleary Gottlieb no fue eficiente en el manejo del conflicto con los fondos buitre.

La Argentina enfrenta la eventualidad de pagar al menos unos 10 mil millones de dólares si se le suman, a los juicios ganados por los fondos, los denominados me too, acreedores en condiciones de litigar y obtener el mismo resultado favorable a sus reclamos. Esto fue parte de la argumentación del anterior gobierno para que se le reconozca el tratamiento igualitario respecto a los bonistas que sí aceptaron el canje de 2006 o de 2010. Las demandas contra el país se iniciaron en 2006 tras el cierre del primer canje de la deuda dispuesto por el ex presidente Néstor Kirchner.