El ministro de Economía, Roberto Lavagna, se mostró comprensivo con la preocupación empresaria, que reclama que no se los “castigue” con un doble costo cuando decidan echar a trabajadores sin causa. En el encuentro con la delegación empresaria que lo visitó ayer, Lavagna se pronunció a favor de eliminar “lo antes posible” el régimen de doble indemnización en caso de despido sin causa y se comprometió a “morigerar” su efecto, según afirmó Manfredo Arheit, presidente de Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina. La prórroga de la doble indemnización por lo menos por tres meses más (hasta marzo, inclusive) había sido anticipada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el martes de este semana, y cuenta con el aval del ministro de Trabajo, Carlos Tomada. El espectro patronal lo rechaza casi unánimemente.
“La posición del ministro fue muy clara, en coincidencia con lo que nosotros le planteamos: es decir, que nos parecía una mala señal prorrogar la doble indemnización y el ministro se comprometió a morigerar esta medida para que finalice lo antes posible”, reveló el empresario. Horas más tarde, el vocero del Palacio de Hacienda, Armando Torres, hizo un esfuerzo por tratar de aclarar que “el plazo de prórroga debe ser lo más corto posible y en esto está de acuerdo el ministro de Trabajo, Carlos Tomada”.
Los empresarios, no obstante, puntualizaron que “el tema de la doble indemnización fue tocado tangencialmente” y “en medio de un diálogo amplio que abarcó una agenda variada”. Carlos Heller, titular de Abappra, aclaró que “no fue el tema central de la reunión, ya que habrá demandado no más de tres minutos de conversación”, pero añadió que “tuvimos el apoyo del ministro para que la doble indemnización sea levantada cuando se pueda y sin perjudicar a nadie”. “Hay que entender que esa medida dificulta el crecimiento de la producción, ya que no nos permite incorporar la cantidad de empleados que deseamos, lo cual no significa que querramos derogarla para luego poder despedir gente”, expuso Heller.
La postura de Heller, en cuanto a los efectos de la doble indemnización, es compartida por ejecutivos de distintos sectores, aunque no se compadece con la norma escrita. Desde enero de este año, los nuevos empleados del sector privado no gozan del beneficio de la doble indemnización, ya que el mismo quedó limitado a los asalariados que mantengan una relación de dependencia iniciada antes de esa fecha. El régimen fue establecido por primera vez en enero de 2002, junto al dictado de la Ley de Emergencia Económica, pero posteriormente recibió sucesivas prórrogas.
Sin embargo, los ejecutivos aducen que no es clara la situación para los nuevos empleados y que ya hay un fallo judicial en primera instancia –aún no apelado– que obliga a pagarla incluso a los recién incorporados. Bajo esta interpretación, ayer hasta los empresarios más cercanos al Gobierno se sumaron a las críticas al régimen de protección a los trabajadores registrados. Sólo el representante de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa, Juan Ciolli, eligió un tono más prudente y alejado de fijar una posición, al comentar que el ministro “está más a favor de eliminar la doble indemnización que de sostenerla” y agregó que había admitido “que era un tema complejo y que había distintas posiciones en el propio Gobierno”.
En otro orden, Arheit reveló que el ministro “también coincidió en que el Estado debe retirarse paulatinamente” de la fijación de salarios en el sector privado, aunque reconoció que el mecanismo sirve para mejorar la redistribución del ingreso.