Las negociaciones entre el gobierno de Mauricio Macri y los buitres en Nueva York se tensan a medida que los fondos más agresivos reiteran su rechazo a la oferta argentina. La oficina del mediador impuesto por los tribunales estadounidenses Daniel Pollack alojó las conversaciones a lo largo de una semana con “intensa actividad”, según indicó el abogado al reconocer que los principales litigantes todavía no accedieron a los términos financieros presentados por el Palacio de Hacienda. Los dos fondos que aceptaron la propuesta, Montreux Partners y Dart Management, presentaron escritos prácticamente idénticos ante el juez para solicitarle que levante el bloqueo al mecanismo de pago de la deuda externa argentina. El resto de los buitres tienen hasta el próximo martes para justificar su posición ante el magistrado. Si prospera ese pedido, el Ministerio de Hacienda pretende pagarles con fondos obtenidos a través del endeudamiento externo a esos acreedores (y a quienes firmen un preacuerdo antes del 29 de febrero) apenas se modifique en el Congreso el cuerpo normativo que impide ofrecerles un tratamiento privilegiado. De acuerdo a los documentos presentados por el país, el juez debería levantar sus trabas incluso si en ese primer desembolso no participan los buitres como Elliott o Aurelius. Plantean que con las modificaciones legislativas tendrán vía libre para arreglar, ya sea en los términos de la propuesta realizada o en otros.

“Ante la posibilidad de elegir entre aceptar una quita substancial como la que ofrecimos y continuar las negociaciones o litigar, Argentina eligió litigar. Es una inexplicable continuidad de la fallida estrategia del pasado”, sostuvo Mark Brodsky, cara visible de Aurelius a través de un comunicado. “Solamente el 14 por ciento de las demandas radicadas en Nueva York alcanzó un acuerdo. En su mayoría se les reconoció más del ciento por ciento de los montos adeudados. Para el resto, Argentina ofreció pagar el 70 por ciento de un monto reducido de las demandas, una quita doble”, argumenta Brodsky.

El abogado acierta al señalar que para algunos inversores como Dart con una sentencia monetaria, la propuesta de pagarles el 1,5 dólares por cada dólar de capital original redundará en un pago superior al que les reconoció el tribunal y los intereses acumulados. El pataleo oculta que la generosidad de Prat-Gay con esos acreedores no menguará la extraordinaria rentabilidad que recibirán los fondos como Aurelius y Elliott que motorizaron la causa pari passu. Para ellos, en lugar de multiplicar 3,6 veces el valor nominal de los bonos que adquirieron a precio de remate la oferta les propone un abultado rendimiento de 2,7 veces. “No sé si se llegará al acuerdo de principio con estos cuatro bonistas, pero voy a continuar haciendo todo lo que esté en mi poder para ver si eso finalmente ocurre”, lanzó ayer Pollack. Por eso, en las próximas jornadas el secretario de Finanzas volvería a viajar a Nueva York para intentar acercar posiciones.