En otra jornada de calor agobiante, la demanda eléctrica alcanzó ayer a las 15.35 el record histórico de 25.471 megavatios, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa). De este modo, y pese al tarifazo que busca desalentar el consumo eléctrico, se superó la marca del 22 de enero cuando había llegado a los 24.885 Mw a las 14.28 horas. Los días de altas temperaturas el sistema opera al límite de sus posibilidades, con energía importada de Brasil y Uruguay para poder abastecer la creciente demanda y múltiples cortes de luz en distintas zonas del país. Ayer a las 15.40, apenas cinco minutos después de haber alcanzado el pico de consumo, se observó un fuerte retroceso en la demanda, la cual cayó hasta los 24.188 megavatios, casi 1300 mw menos, disminución que se puede explicar por los cortes en el servicio, los cuales continuaron durante todo el día. De hecho, a las 21 horas el ENRE informó que había 69.078 hogares sin luz sólo en el Area Metropolitana de Buenos Aires, 51.165 en la zona de Edesur y 17.913 en Edenor.

El Gobierno autorizó a partir de febrero un fuerte ajuste en las tarifas eléctricas que para los hogares que consumen entre 300 y 1000 kwh por bimestre superará el 700 por ciento. Con los nuevos precios, se buscó restringir el consumo eléctrico, pero los registros de ayer demuestran que por ahora la estrategia oficial destinada a que los hogares apaguen el aire acondicionado no está funcionando. Recién el mes que viene está previsto que empiecen a llegar las facturas con el aumento. Por lo tanto, en el Gobierno todavía tienen la esperanza de que el consumo disminuya al menos un poco cuando la gente tenga que empezar a pagar los nuevos precios.

El pasado 3 de febrero el ministro de Energía, Juan José Aranguren, aclaró que, si bien está prevista una actualización cada tres meses del precio mayorista, un nuevo ajuste en los valores de la energía eléctrica dependerá de la evolución de la demanda. Lo visto ayer deja abierta la posibilidad de que se vuelva a aplicar otro tarifazo antes de fin de año, ya que la demanda crece y en el corto plazo no está previsto un aumento de la oferta eléctrica a partir de la incorporación de nuevas centrales. En el eslabón de la distribución, la solución oficial también pasa por restringir el consumo porque el aumento de tarifas no garantiza inversiones significativas por parte de las eléctricas. A principios de mes, la propia Edenor lo reconoció al informar en una nota enviada a la Bolsa de Comercio que “los cálculos preliminares indican que el efecto de dicho cuadro tarifario sobre los ingresos de la sociedad no resulta significativo, en comparación con el régimen anterior”.