La producción manufacturera registró en enero un leve crecimiento interanual de 0,7 por ciento, según estimaciones difundidas ayer por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU). No obstante, el relevamiento destaca que se trató de un enero atípico para la industria por el comportamiento de los sectores de molienda de oleaginosas y automotor, sin cuyo efecto, la medición arrojaría una baja interanual de 2,9 por ciento. La entidad fabril le presentó estos números al ministro de Producción, Francisco Cabrera, durante una reunión mantenida ayer en la sede de avenida de Mayo. El funcionario no ofreció un programa industrial y se limitó a defender políticas tendientes a una mayor apertura comercial.

De acuerdo con el relevamiento de la UIA, la molienda de oleaginosas creció un 102,7 por ciento interanual, traccionada por una mayor liquidación de stocks y de molienda para exportación. El sector rural había retenido esa producción a la espera de la devaluación y la quita de retenciones prometida por Mauricio Macri. Una vez concretadas las medidas que multiplicaron su rentabilidad, volcaron la producción al mercado.

En cambio, el sector automotor registró en enero un retroceso del 30,6 por ciento, por efecto de una baja de las exportaciones y por paradas técnicas de las terminales. “Descontando el efecto inusual de estos sectores sobre el promedio, la industria registró una baja interanual de 2,9 por ciento. Si se descuenta únicamente la molienda de oleaginosas, la caída resulta de 4,9 por ciento”, indicó la UIA.

Durante la reunión con Cabrera, los industriales le presentaron sus estimaciones para este año, que incluyen una caída de la actividad de entre 1 y 2 por ciento. Sería un cálculo optimista si se tiene en cuenta que se espera que la industria en Brasil se retraiga un 5 por ciento. Los popes fabriles se atajaron ante el ministro sosteniendo que son los últimos de la cadena en despedir personal. En tanto, FIAT ya anunció que durante todo abril suspenderá a la mitad de su personal dos días a la semana.

Cabrera defendió la inserción del país a través de una adecuación de su comercio a los requerimientos internacionales. “Argentina tiene que insertarse al mundo, con un régimen de propiedad intelectual y una industria del siglo XXI”, definió el ministro. José de Mendiguren, diputado nacional, le anticipó al funcionario que convocará a los gremios industriales y a los sectores fabriles al Congreso para debatir sobre la problemática industrial, a partir de su designación como presente de la Comisión de Industria de la Cámara baja.