Una ampliación del crédito subsidiado y beneficios fiscales constituyen las principales medidas para las pequeñas y medianas empresas presentadas ayer por el presidente Mauricio Macri. En sintonía con el nuevo discurso oficial, la iniciativa fue anunciada como el comienzo de una “revolución de las pymes”. El Gobierno prometió a los 70 empresarios presentes que enviará en las próximas semanas una ley pyme con “con eliminación de impuestos, incentivos fiscales para el fomento a las inversiones y más oportunidades de financiamiento”. Las “ayudas” anunciadas fueron consideradas un avance por las principales cámaras empresarias de ese heterogéneo universo, pero reclamaron que el proyecto legislativo se apruebe rápidamente para aliviar la situación de tensión que atraviesan como consecuencia de la caída del consumo, la devaluación, el encarecimiento de sus insumos y el aumento en el costo de financiamiento. Para algunas cámaras, las medidas son insuficientes (ver aparte).

“La solución no es la arbitrariedad, no es la prepotencia, sino la generación de confianza. Espero que en los próximos días dejemos discusiones que no suman y avancemos realmente en un escenario de trabajo que nos permita construir lo que queremos todos”, expresó Macri durante el acto en Casa Rosada con las pymes, al reiterar su rechazo al proyecto de ley que prohíbe las desvinculaciones y duplica las indemnizaciones. “Creamos nuevas herramientas para que alivien y saquen de la asfixia financiera, del exceso de impuestos y regulaciones a una gran parte de las pymes”, celebró el Presidente. Las precisiones de las medidas estuvieron a cargo del ministro de Producción, Francisco Cabrera. “Nuestra obsesión es la creación de empleo y las pyme son el sector más dinámico de la economía. Este paquete responde a lo que necesita el sector para crecer: crédito, alivio fiscal y simplificación administrativa”, señaló.

Desde Producción informaron que las medidas garantizan un aumento de 63.000 millones de pesos en el stock de créditos disponibles para las pymes. Se trata de la línea de crédito a tasa subsidiada creada hace cuatro años por el BCRA para obligar al sistema bancario a financiar proyectos de inversión productiva y pymes. Sin embargo, el ajuste recesivo dispuesto por el Gobierno limita el impactó de las medidas sobre el heterogéneo entramado de empresas pymes ya que la gran mayoría concentra sus ventas al mercado interno o forma parte de sectores afectados por la crisis brasileña. Por eso, si bien se amplía de 14 a 15,5 por ciento el total de la línea de crédito a tasas subsidiadas para la inversión productiva que deben otorgar los bancos a las pymes por exigencia del BCRA, la actual contracción del consumo y las exportaciones limitan el impacto de la iniciativa. Los altísimos niveles para las tasas de interés fijados por la autoridad monetaria también desincentivan la inversión pyme.

De todas formas, la cartera de Producción enfatizó que el aumento del cupo pyme “implica tener un stock de 137.000 millones de pesos de créditos para el sector a una tasa del 22 por ciento a partir del 1° de junio”. Asimismo, se informó que el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) creará una línea de préstamos para micro y pequeñas empresas por un total de hasta 7000 millones de pesos. Aunque no se ofrecieron precisiones sobre las condiciones financieras, los funcionarios indicaron que el programa ofrecerá asistencia integral combinando aspectos técnicos, contables y financieros.

Otro grupo de medidas anunciadas ayer para las pymes fue de carácter fiscal. A partir de junio, la obligación del pago del IVA fue diferida de 30 a 90 días para que las empresas, según indicó Producción, dispongan de mayor liquidez para financiar capital de trabajo. “El 68 por ciento de las pymes recibirá en forma automática un certificado de no retención del IVA, mientras que para el resto habrá requisitos más flexibles”, explicó la cartera a cargo de Cabrera. El proyecto de ley pyme que el Ejecutivo enviará al Congreso prevé que se deduzca 8 por ciento del monto de las inversiones para aplicar al impuesto a las Ganancias, con “el tope de 2 por ciento de las ventas” a partir del 1º de julio hasta diciembre de 2018. También incluye la devolución del IVA en ese mismo período fiscal sobre inversiones mediante un bono que dé un crédito fiscal y que las pymes puedan descontar de cualquier impuesto que tengan que pagar. Otras medidas que sumaría el proyecto son la eliminación del impuesto a la ganancia mínima presunta para pymes y permitirles compensar el impuesto al cheque con Ganancias.

Asimismo, se procedió a “simplificar” algunos trámites. Por ejemplo, para las empresas exportadoras se extendió el plazo para el ingreso de divisas a 365 días (ver página 13). “Las pymes tendrán en los próximos días alivio financiero y acceso a crédito como nunca antes. Somos el gobierno de las pymes, por eso seremos el gobierno de la creación de empleo genuino”, se autoproclamó Cabrera, aunque los primeros cinco meses de Cambiemos indiquen lo contrario.