“El consumo masivo tuvo una retracción en los primeros meses del año”, indicó el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, a raíz del impacto del deterioro del salario real en la dinámica de las góndolas. “La sensación es que esperamos un leve repunte del consumo o un amesetamiento pero desde el sector no vislumbramos una mayor caída que la que hasta ahora vimos. Quizá la retracción fue más aguda este año por los ajustes macroeconómicos por tarifas y combustibles”, agregó Vasco Martínez. Hoy comienza a regir la web de Precios Claros que preparó el Gobierno ante la disparada inflacionaria. En ese portal se publicarán diariamente los precios de góndola de las grandes cadenas e hipermercados.

Los supermercados calculan que la caída de las ventas en el segmento de consumo masivo llega al 7 por ciento en lo que va del año, mientras que en otros artículos que son menos imprescindibles, como la electrónica de consumo, electrodomésticos, textil o calzado la baja de las ventas al público está entre el 15 y el 30 por ciento. La merma del consumo popular se explica por la caída del poder adquisitivo del salario ante la aceleración inflacionaria. De hecho, ni siquiera las paritarias lograrán empatar a los precios y se espera una baja del 6 por ciento del salario real este año en promedio.

Los cálculos privados muestran que la canasta básica creció un 35 por ciento desde octubre. “Creemos que los incrementos de los precios tienen que ralentizarse. La mayor parte de lo que vendemos se lo compramos a la industria, no elaboramos nada; me parece que si la industria recuperó los atrasos que traía, la lógica sería pensar que no tendríamos que recibir nuevas listas de precios. El sector trabaja “para ajustar márgenes y que precios no se escapen”, agregó Vasco Martínez.