Aunque en forma elíptica, el ministro Alfonso Prat-Gay confirmó que el gobierno nacional trabaja en un blanqueo de capitales y una moratoria impositiva. Como parte de un “ordenamiento de la economía en un esquema que integre a todos”, señaló, “también incluimos la posibilidad de que resuelvan su situación aquellos que no tengan sus cuentas en orden, y que lo hagan antes de enero del año que viene, que es cuando se abre el intercambio de información con otras AFIP del mundo”. El ministro advirtió que quien no tenga su patrimonio declarado el año que viene, “no va a tener dónde ocultarlo”. Con respecto al blanqueo (de fondos no declarados que residentes argentinos poseen en el exterior o fuera del sistema financiero formal), expresó que va a incluir una tasa impositiva alta, “porque es la manera moral de equilibrar entre los que pagan y los que no”.

Durante su disertación en el Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), el titular de Hacienda y Finanzas dijo, además, que habrá un premio para quienes han cumplido regularmente sus obligaciones a lo largo del tiempo. “Esto tiene que ver con avanzar hacia una economía diferente, donde no exista más la hipocresía donde yo hago esto, pero en realidad tengo lo otro. Estamos planteando una cosa que excede largamente el blanqueo”, aseguró. Prat-Gay, vale recordar, ejerció un alto cargo directivo en JP Morgan, la entidad financiera que, durante años, fue la principal facilitadora en el país de las maniobras de fuga y ocultamiento de capitales para las principales empresas y las familias dueñas de las mayores fortunas en el país. Además, su nombre apareció como administrador de los activos no declarados de una descendiente de Amalia Fortabat en las cuentas offshore del HSBC.

El “ordenamiento de la economía” buscado, subrayó, pretende “un esquema que integre a todos, incluyendo a quienes no tienen sus cuentas impositivas en orden”. Prat-Gay adelantó, además, que “se saldará lo más pronto posible la deuda con los jubilados, cuyos juicios tienen sentencia firme en la Corte Suprema de Justicia”. Y con respecto a la moratoria impositiva, dijo que estará en línea con “darle una oportunidad a quien no tiene regularizados sus impuestos debidamente pero con una tasa impositiva alta. También habrá premios para quienes han sido constantes en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias”.

La posibilidad de blanquear los capitales fugados al exterior sin declarar se pondría en vigencia a partir del 1º de julio, con la obligación de pagar una tasa del 10 por ciento para su regularización, según el proyecto revelado esta semana. Dicha tasa no es baja (por el blanqueo de cada millón de dólares debería pagarse un impuesto de cien mil dólares, o 1 millón 450 mil pesos) con respecto a la fijada en anteriores regularizaciones, pero muy inferior a la que resultaría de declarar el mismo activo sin la vigencia de un blanqueo (35 por ciento de ganancia presunta al momento de declararlo, más el 1,25 por ciento por Bienes Personales por cada año de tenencia del activo en el exterior). Con ese atractivo, las autoridades del Ejecutivo esperarían tentar a las empresas o propietarios de grandes fortunas individuales en el exterior para que las declaren, así las ingresen o no al país.

Junto al régimen de regularización de activos no declarados, el gobierno lanzará una moratoria para aquellos contribuyentes con algún atraso en sus obligaciones, y además se actualizaría la escala a partir de la cual se fija el alcance y las alícuotas del impuesto a los bienes personales, que lleva varios años sin modificación. Actualmente, están obligados a pagar Bienes Personales los contribuyentes con bienes por valor superior a los 305 mil pesos. Para los activos entre 305 mil y 750 mil pesos, rige una tasa del 0,5 por ciento, que aumenta progresivamente hasta llegar al 1,25 por ciento para la tenencia de bienes por valor superior a los cinco millones de pesos.