El empleo registrado en el sector de la construcción cayó 9,8 por ciento en marzo respecto del mismo mes del año pasado. Así lo informó el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). Los despidos en las constructoras en el primer trimestre del año superaron los recortes de 2008, cuando estalló la crisis financiera internacional. En el informe de Ieric, pese a que se muestra un escenario de fuerte tensión para los trabajadores formales del sector de la edificación, no se estimó el impacto para los asalariados informales de la construcción, el segmento con mayor dificultad para sostener el empleo tras la caída profunda de la actividad.

Los despachos de cemento bajaron 27,6 por ciento en abril, una contracción concentrada en provincias en las que la obra pública explica la mayor parte de las construcciones. Los costos del sector, en contraste con la disminución de la producción, se dispararon en abril y anotaron un incremento del 8,1 por ciento asociados no sólo con el traslado de las paritarias de la Uocra sino con la aceleración en la suba de los precios de los materiales.

Los puestos de trabajo formales de la construcción sumaron 368.983 individuos en marzo, cuando eran de 409.170 en el mismo mes del año pasado. En noviembre de 2015, el empleo del sector había marcado un aumento interanual del 3,9 por ciento, al ubicarse en 416.150 individuos. A partir de ese mes, las contracciones fueron tomando fuerza, al registrarse una baja de 0,9 por ciento en diciembre, de 5,0 por ciento en enero, de 6,8 en febrero y del 9,8 en marzo. Desde Ieric explican que “la falta de expansión en marzo, un mes en el cual por motivos estacionales suele verificarse una variación positiva del número total de trabajadores de la construcción, sumado a datos de los despachos de insumos, configuran una coyuntura compleja”.

Las empresas grandes fueron las que registraron el mayor recorte del personal. El documento del instituto estadístico de la construcción precisa que las compañías de más de 800 empleados tuvieron un retroceso de la plantilla de trabajadores del 23,6 por ciento. En el informe del Ieric no se computa las tensiones registradas entre los trabajadores no registrados del sector, que registra una de las tasas más importantes de informalidad de la economía. Estos asalariados fueron los que más dificultades tuvieron a partir de diciembre pasado para sostener un ingreso e incluso actualizarlo para recuperar parte de la capacidad de compra perdida por la inflación.

La caída de la actividad en la construcción puede observarse a partir de la evolución de los despachos de cemento al mercado interno. Las ventas de este material tuvieron una contracción del 27,6 por ciento en abril respecto del mismo mes del año pasado, al marcar los peores registros desde el estallido de la convertibilidad.

Esta moderación de los negocios del sector llevó a registrar el mes pasado una leve baja en la cantidad de constructoras en actividad por primera vez en los últimos doce años. Las provincias donde la obra pública explica una parte importante del total de edificaciones fueron las más afectadas en relación con la caída de los despachos de cemento a granel. Los costos de la construcción, pese a la baja notable en la actividad del sector, marcaron una fuerte aceleración en los últimos meses. Las estimaciones de Ieric computaron que en abril el alza general de los costos ascendió al 8,1 por ciento y acumuló un 15,5 por ciento en lo que va del año. El ajuste de los salarios no fue el único elemento que explicó las mayores presiones de precios. Las remarcaciones en el valor de los materiales de la construcción se aceleraron en abril, con una suba del 1,9 por ciento, contra el avance del 1,3 por ciento de marzo.