ECONOMíA
› LA SUBA DEL EURO EMPUJA LOS PRECIOS INTERNOS. PINCHAN EL DOLAR PARA EQUILIBRAR
Ahora con el dólar se amortigua la inflación
Hay dos lecturas sobre el desinfle del dólar a casi 2,90. Una lo atribuye al flujo de capitales externos. Otra, más plausible, apunta que el Banco Central lo estaría dejando caer para compensar la presión sobre los precios internos por la suba del euro.
› Por Claudio Zlotnik
La primera jornada financiera a pleno de 2004 fue movida: el dólar cayó a 2,92 pesos, las acciones volvieron a escalar con fuerza, un 3,9 por ciento, y el índice MerVal alcanzó otro record. En el plano internacional, el euro también rompió otra marca en relación con el dólar, al quedar a un paso de 1,27. En la city perciben que el Banco Central puso en marcha una estrategia para amortiguar los eventuales efectos inflacionarios de la suba imparable del euro.
El primer dato destacable de la jornada de ayer fue la decisión del Central de dejar caer el tipo de cambio. ¿Cómo hizo? Simple: en vez de adquirir 40 millones de dólares, como lo venía haciendo en las últimas semanas, embolsó 35 millones. Si bien la diferencia es pequeña, resultó suficiente señal a los operadores de que disminuía su vocación por un dólar más cercano a los 3 pesos. La moneda estadounidense, que justo antes de fin de año se encontraba en 2,98 pesos, cayó a 2,92. Aunque en varias casas de cambio del microcentro se conseguía a 2,90 al final de la tarde.
La movida habilitada por la cúpula del BC –Alfonso Prat Gay y Pedro Lacoste– se encuentra en línea con lo que también sucedió en los países vecinos: tanto en Chile como en Brasil se notó una revaluación de las monedas. El real, un referente para el Gobierno, terminó ayer en 2,85 por dólar. Un mes atrás cotizaba en 2,99.
Una segunda lectura de lo que pasó puede vincularse a los efectos no deseados por la escalada del euro. Como es probable que la revaluación de la moneda europea provoque subas en los precios internos –los productores que le venden a Europa están recibiendo cada vez más pesos por sus exportaciones– podrían trasladar esa mayor rentabilidad al mercado local. Si el Central habilita una baja del dólar intentaría compensar aquel efecto inflacionario. Un dato relevante si se considera que, en su mayoría, se trata de exportaciones de productos primarios, cuyos valores tienen enorme implicancia en la canasta familiar. Si hasta ahora no se notó un reacomodamiento de los precios se debió a que éstos fueron calculados sobre un tipo de cambio de 3,50/3,60 pesos por dólar, nivel alcanzado promediando el año 2002.
Expertos consultados por Página/12 insinuaron que ya en noviembre se evidenció un salto de los precios mayoristas, del uno por ciento en promedio. Aunque hubo datos más preocupantes en algunos rubros que afectan a productos de la canasta familiar: los cereales subieron 11 por ciento y las oleaginosas, el 6. Ayer trascendió que la inflación minorista de diciembre se habría ubicado en el 0,4 por ciento, el doble que el mes anterior. El dato oficial se difundirá recién mañana.
Para Miguel Bein, ex secretario de Programación Económica, la movida financiera –que incluyó no sólo la baja del dólar sino también el importante ascenso de las acciones y de los bonos que no están en default– tuvo su origen en la “avalancha” de fondos que están ingresando desde el extranjero. Los inversores internacionales estarían aprovechando las buenas expectativas económicas para este año. “La llegada de inversiones financieras recién empieza”, pronosticó el especialista. Bein cree que el mercado argentino presenta mejores oportunidades que otros, como el estadounidense, donde la tasa de interés se encuentra en mínimos históricos. También ofrece un dato llamativo: el riesgo país de la Argentina se encontraría tan sólo en 800 puntos, si en su medición se tiene en cuenta únicamente los títulos públicos que se emitieron después del default, como las diferentes series de Boden.
El mercado accionario operó 76 millones de pesos, uno de los volúmenes más robustos de los últimos meses. Los papeles que más subieron fueron los del sector siderúrgico, como Acindar (5,8 por ciento), Siderar (5,1) y Aluar (8,4), lo que da una idea de las expectativas favorables de los inversores sobre la evolución de la economía. Los papeles empresarios vienen de un 2003 a toda marcha: en promedio duplicaron su valor. Respecto del dólar, la situación es clara: se estabilizará donde lo crea conveniente el Central. Así como hasta ahora lo más importante fue mantenerlo cerquita de 3 pesos para favorecer las exportaciones, quizá el marco internacional haya trocado las necesidades.