El boom exportador brasileño está llamando la atención en todo el mundo. En el 2003, las exportaciones totales de Brasil llegaron a 73.084 millones de dólares, un 21 por ciento más que en el 2002. En el último año, las exportaciones brasileñas fueron un 71 por ciento superiores al promedio anual de los noventa. Más aún, a diferencia de Argentina, donde el crecimiento de las exportaciones se debió fundamentalmente a mayores precios internacionales, en Brasil casi todo el incremento de los envíos al exterior se explica por mayores cantidades vendidas. Semejante comportamiento es especialmente notable si se tiene en cuenta que el año pasado el tipo de cambio brasileño se apreció.
En próximos años tal vez se lo empiece a llamar el “nuevo tigre latinoamericano”, una denominación que hizo famosos a los países del sudeste asiático durante los años ochenta. Pero, más allá de los calificativos, lo cierto es que, como lo demuestra un minucioso informe del Centro de Estudios Bonaerense (CEB), “la política exportadora brasileña continúa dando réditos”.
En promedio, en la década del ochenta, Brasil exportó por 25.500 millones de dólares, en los noventa llegó a 42.700 millones y en el período 2000-2003 las ventas al exterior alcanzaron los 61.700 millones. El año pasado, en tanto, las exportaciones rompieron un nuevo record: 73.000 millones.
El CEB destaca, además, una serie de cuestiones que hacen todavía más meritorio el boom brasileño:
- En el 2003, el crecimiento de las exportaciones brasileñas septuplicó el incremento de las ventas mundiales.
- El año pasado, el real se apreció un 16,5 por ciento, lo cual es un factor que resta competitividad a las productos brasileños en relación a los de otros países en el mercado mundial.
- Hubo un crecimiento generalizado de las ventas por tipo de producto: las exportaciones de commodities aumentaron un 25 por ciento, las de bienes semimanufacturados un 22 por ciento, y las de los manufacturados un 20 por ciento. Dado el peso de cada sector en el comercio exterior, el 68 por ciento del incremento de las exportaciones lo explican los productos industrializados.
- Hubo un salto generalizado de las ventas por país de destino, lo cual habla de una creciente diversificación de destinos de las exportaciones. Hacia la Unión Europea (que participa en un 25 por ciento de las ventas) aumentaron un 20 por ciento; a Estados Unidos (que representa el 23 por ciento) la suba fue del 8,8 por ciento; mientras que al Mercosur (con un peso de sólo el 7,8 por ciento), el incremento superó el 71 por ciento. En este último caso, “fue crucial el impulso de la economía argentina, que demandó un 95 por ciento más de productos brasileños que en el 2002”.
Por otro lado, fue muy importante el desempeño de los destinos “no tradicionales”: los despachos a China aumentaron 80 por ciento; a Asia un 33 por ciento; a Europa Oriental, 29 por ciento; y a Africa, 21 por ciento.
A la hora de explicar las causas del gran salto de las ventas externas brasileñas, el documento del CEB menciona las siguientes:
- A pesar de que en el 2003 el 78 por ciento de las exportaciones brasileñas se explicó por mayores cantidades vendidas, también fue importante el incremento del precio de los commodities, sobre todo al explicar el aumento de envíos de productos básicos y semimanufacturados.
- Los principales países de destino de los productos brasileños tuvieron un buen año de crecimiento. Obviamente, entre ellos se destaca el caso de Argentina, que aceleró fuertemente la demanda de productos brasileños.
- “Existe, además, una clara estrategia de política pública para fomentar las exportaciones”, concluye el informe del CEB.