El consumo en la Ciudad de Buenos Aires cayó fuerte en el primer semestre, en línea con la disminución del poder de compra y el aumento de la desocupación y la pobreza. La Dirección General de Estadística y Censos porteña informó que la venta de alimentos en supermercados retrocedió 1,2 por ciento, pero el rubro “otros artículos de supermercados” se derrumbó 11,9 por ciento y en los locales de electrodomésticos la baja llegó al 13,4 por ciento. A su vez, la venta de teléfonos celulares retrocedió 9,5 por ciento, dejando en claro que las familias recortaron en mayor medida los gastos que no consideran indispensables para poder atravesar este difícil.

En la Ciudad de Buenos Aires se concentra la mayor riqueza del país, pero paradójicamente el distrito atraviesa una situación social delicada. El Indec informó el martes que la pobreza en la Capital llegó a 8,5 por ciento en el segundo trimestre, frente a un 7,2 por ciento del mismo período de 2015. El Observatorio de Políticas Públicas, Legislativas y Comunicacionales, detalló ayer que son 140 mil personas las que buscan activamente empleo en la Ciudad y no lo encuentran, 62 mil personas más que hace un año. Esa suba implicó un crecimiento de 79,5 por ciento, muy por encima del promedio a nivel país que fue del 49 por ciento.

El aumento de la desocupación se corresponde de manera directa en algunos sectores con la caída de la demanda local. La fuerte caída en las ventas forzó a muchos comercios y pymes a despedir personal o incluso a cerrar sus puertas. La Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) y la Unión de Trabajadores de Hoteles y Gastronomía (Uthgra) informaron a fines de junio que en el primer semestre cerraron unos 400 restaurantes. La Chacra, de Córdoba y Suipacha; dos sucursales de La Robla (Viamonte y Pasaje del Carmen y Leandro N. Alem y Tucumán); Arturito de Corrientes al 1100, y Bahamas de Costanera Norte fueron algunos de los que bajaron la cortina. “Los bares y restoranes están en emergencia. No estamos en situación de poder hacer frente a los mayores costos, y si a eso le sumamos una caída brutal del consumo, el panorama es muy difícil”, aseguró Camilo Suárez, presidente de la AHRCC.

El informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad arrojó una caída en las ventas de los restaurantes, pero de apenas 0,9 por ciento en el primer semestre, aunque solo da cuenta de las ventas declaradas. Mucho más cayó la venta de bienes durables como electrodomésticos (-13,4) y celulares (9,5 por ciento). Las únicas subas se registraron en jugueterías (3,2 por ciento) y locales de comida rápida (0,2 por ciento). Estos indicadores se construyen a partir de la información consolidada obtenida de las declaraciones juradas impositivas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, siendo que la base imponible declarada de este Impuesto tiene correspondencia con las ventas efectuadas en el período que se declara. Los resultados que se exponen son la variación porcentual, para algunas actividades seleccionadas, de las ventas declaradas en moneda constante. A su vez, el informe oficial aclaró que “los valores que se presentan son de carácter provisorio, ya que pueden variar en el tiempo debido a presentaciones de declaraciones juradas rectificativas por parte de los contribuyentes que participan en la muestra”.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, expuso ayer en la apertura del seminario “Argentina: Perspectivas Económicas y Políticas”, organizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios y el Consejo de las Américas y le pidió a los empresarios nacionales y del exterior que inviertan en la Ciudad porque, según aseguró “la economía se va a recuperar”, sin dar mayores precisiones sobre lo que se está haciendo para que ello ocurra. “Tenemos una de los mejores ciudades del mundo para vivir, es inclusiva y respeta como pocas la diversidad, con un clima privilegiado todo el año y con una oferta cultural fenomenal”, agregó el funcionario.