El Gobierno autorizó ayer a las empresas de medicina prepaga a incrementar las cuotas en 9 por ciento a partir de octubre. Así lo publicó en el Boletín Oficial, con la firma del ministro de Salud, Jorge Lemus. La nueva suba se suma al ajuste otorgado en marzo, que fue del 9 por ciento y retroactivo a febrero, al 15 por ciento de junio y al adicional del 5 por ciento de julio. A partir del mes próximo, la cuota de las prepagas habrá acumulado un aumento del 43,5 por ciento, unos diez puntos por encima, como mínimo, de la recomposición salarial obtenido en las negociaciones paritarias por la mayor parte de los gremios.

Entre los fundamentos de la medida que permitió un nuevo ajuste de las cuotas para las prepagas se indicó que el Gobierno tiene la atención puesta en que los montos que se abonan por la salud sean “razonables” tanto para la población como para las empresas que prestan el servicio. “La Autoridad de Aplicación fiscalizará y garantizará la razonabilidad de las cuotas de los planes prestacionales de las empresas de medicina y autorizará el aumento cuando esté fundado en variaciones de la estructura de costos y en el cálculo actuarial de riesgo”, detalló la normativa. El criterio de “razonabilidad” defendido por la resolución se contradice, sin embargo, con la evolución de los incrementos de la cuota, que supera largamente las actualizaciones salariales en paritarias.

La Resolución 1287 del Ministerio de Salud, publicada ayer, agrega que “con el fin de dar curso a la presente autorización de aumento, la Superintendencia de Servicios de Salud evaluó la caracterización del sector de firmas de medicina prepaga y revisó las proyecciones de incremento de costos del sector”. Las tarifas de los servicios públicos impacta de lleno en la estructura de costos de este sector, al igual que lo hicieron en una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas de la industria y el comercio.

Las subas que acumulan las prepagas este año, que a partir de octubre superarán el 43 por ciento, ya superan en quince puntos las autorizadas en 2015. El año pasado las empresas del sector habían obtenido un ajuste acumulado del 28,5 por ciento, como resultado de un ajuste del 4 por ciento en marzo, otro del 6 por ciento en junio y a lo largo del segundo semestre, un adicional del 16 por ciento.

Los aumentos en salud venían siendo un reclamo del sector desde julio, cuando los referentes empresarios de la rama aseguraron que “las subas otorgadas hasta ahora no van a alcanzar para ponernos al día con el aumento de los costos”. La luz y el gas, dos de los servicios públicos con mayor impacto para este sector, fueron algunos de los principales elementos que alteraron la estructura de costos del sector. El aumento de precios de los bienes importados, tras la devaluación, también tuvo efecto. El ajuste del 9 por ciento a partir de octubre deberá ser informado a los usuarios en la factura de septiembre o a través de una carta con la novedad.

Mientras desde el Gobierno se lanza el mensaje de que la inflación ya quedó dominada en términos razonables para lo que resta del año, los aumentos en el presupuesto para la salud generarán renovadas tensiones. Por otra parte, a partir de este mes se retoman las negociaciones paritarias en aquellos gremios que firmaron aumentos solamente por seis meses, esperando a tener un renovado cuadro de situación económica para esta altura del año. A ello se sumarán los gremios que, habiendo firmado acuerdos anuales, reclaman una reapertura de paritarias por el desfasaje entre la inflación y los incrementos salariales acordados. Dentro de ese contexto de puja distributiva, el aumento en las cuotas de las prepagas viene a sumar tensión a un panorama ya, de por sí, complicado.