Desde que salen del campo del productor y llegan a la góndola del supermercado, los precios de las frutas y verduras se multiplican 4,9 veces. Las distorsiones en la cadena frutihortícola medidas por la CAME arrojaron una caída mensual de 9,9 por ciento en septiembre. Entre los 20 productos que componen el Indice de Precios en Origen y Destino (IPOD), en 10 casos aumentó el precio de origen, en 12 aumentó el precio de destino y en 12 se redujo la brecha entre lo que recibe el productor y lo que pagan los consumidores. Naranjas, peras y manzanas fueron los tres bienes con mayores disparidades de precio en el mes. De acuerdo a la cámara empresaria, los productores recibieron el mes pasado, en promedio, el 25,9 por ciento del valor abonado en las góndolas.

La tasa de variación promedio de los precios de origen fue de 14,1 por ciento en septiembre, mientras que los precios de destino subieron 2,1 por ciento, situación que permite comprender la reducción del IPOD con respecto al mes de agosto. “Las disparidades de precios en la Argentina superan los factores estacionales, detectándose problemas estructurales y comportamientos especulativos que explican por qué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo del producto en el campo”, sostiene el informe de la CAME. El reporte difundido ayer por la cámara empresaria apunta a “los altos costos de fletes y logísticos, la elevada carga fiscal, los abusos de muchos intermediarios y hasta las especulaciones y oligopolios en la oferta en el eslabón comercial que generan abultados márgenes explican la evolución irracional que muchas veces tienen los precios”.

De acuerdo a las mediciones del Indec, el rubro alimentos y bebidas, que en agosto había subido 0,7 por ciento, se disparó a 2,3 por ciento el mes pasado. En sintonía, el Instituto Estadístico de los Trabajadores, auspiciado por la CGT y las CTA, estimó que los aumentos en el rubro alimenticio escalaron hasta 2,9 por ciento en septiembre y explican el 68,2 por ciento de la suba de precios total del mes, de la mano de productos como pollo, azúcar, verduras y arroz, entre otros.

“En el recorrido, hasta que llega a la góndola, se producen un conjunto de distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el precio de origen de muchos productos. Esas distorsiones son muy dispares según producto, región y tipo de comercio; pero en general suelen estar determinadas no sólo por los costos de producción, la estacionalidad, almacenamiento o transporte, sino por los comportamientos especulativos de muchos actores del mercado”, afirma la organización empresaria. El relevamiento sostiene que la mejora más relevante en los precios de origen se registró en la calabaza, donde los valores recibidos por los productores subieron en promedio 114,8 por ciento. Pasaron de recibir 9 a 19,3 pesos entre agosto y septiembre. De todos modos, parte de ese incremento se trasladó a los precios al consumidor que aumentaron 54,9 por ciento en el mes (de 22,1 a 34,2 pesos).