La economía brasileña continúa en problemas y no evidencia signos de mejora en el corto plazo, lo que a su vez complica aún más la situación Argentina. La actividad en el país vecino finalizará este año con una contracción de 3,3 por ciento, según el último sondeo entre economistas relevados por el Banco Central. De confirmarse el pronóstico, será la primera vez que encadenará dos años seguidos de caída desde la década de 30. Para el año próximo, el relevamiento advierte un crecimiento de 1,2 por ciento. En la industria automotriz, las empresas fabricaron en los primeros diez meses del año 1,74 millón de vehículos, con una caída del 17,7 por ciento frente al mismo período de 2015. Mientras, las ventas sumaron 1,67 millones de automotores, con una caída de 22,3 por ciento interanual. Por su parte, el gobierno brasileño canceló 469.000 subsidios a familias pobres y suspendió otros 654.000, aduciendo irregularidades en el programa Bolsa Familia.