ECONOMíA
› PROYECTO DE NACION Y BUENOS AIRES PARA RECUPERAR LOS TRENES
La locomotora donde pasó la aplanadora
El gobierno nacional ratificó ayer su voluntad de “recuperar el sistema ferroviario argentino” y firmó un acuerdo con la provincia de Buenos Aires para coordinar la explotación del servicio de larga distancia en ese distrito (no privatizado). La provincia, a su vez, emitió un decreto convocando al capital privado a participar en los proyectos de desarrollo y explotación del sector, declarando al ramal Plaza Constitución-Mar del Plata como prioritario. El presidente Néstor Kirchner descalificó a quienes formulaban “críticas” al sistema ferroviario estatal, advirtiendo que “provenían de los mismos que destruyeron el servicio”.
El Ministerio de Planificación Federal y el gobierno provincial firmaron ayer un acuerdo por el cual se comprometen a desarrollar una tarea conjunta para recuperar la prestación del servicio ferroviario de pasajeros en el ámbito bonaerense. El estado provincial tiene actualmente concesionados a su favor cinco ramales de la línea Roca (cuatro con cabecera en Constitución, otro entre Olavarría y Bahía Blanca), siete de la línea Sarmiento (cinco desde Plaza Once, uno desde Lincoln a General Villegas y otro de Lincoln a Pasteur), dos de la línea San Martín (RetiroAlberdi y Retiro-Junín) y uno de la línea Urquiza (Lacroze-Rojas). A ellos se agregan el corredor Buenos Aires-Mar del Plata-Miramar y la rehabilitación del sector Gral. Guido-Gral. Madariaga y Vivoratá, concedidos por convenio con la Nación, y el tramo Avellaneda-La Plata (ex Ferrocarril Provincial), reintegrado al patrimonio de la provincia por la Nación.
Con referencia a toda esa extensa red, el gobierno provincial convocó al sector privado a la presentación “no vinculante” (no obliga al Estado a elegir una) de propuestas de explotación del servicio, incluyendo el programa de inversión en infraestructura y en material rodante que se considere necesario. El decreto otorga un plazo de 120 días corridos para la presentación, demasiado exiguo considerando los estudios técnicos requeridos sobre el servicio ofrecido (tiempos de viaje y diagrama de servicio, programa de mantenimiento, etc.) y sobre la demanda de transporte considerada (pasajeros temporada alta y baja), análisis económico financiero de la propuesta, planos y memorias técnicas de corredores y material rodante existente como también de las obras de infraestructura a realizar y material rodante a incorporar.
Ello podría cerrar la posibilidad de acceso sólo a aquellas empresas que cuenten con una propuesta previa de explotación del servicio. No es demasiado audaz pensar que si hay empresas con proyectos en la materia, éstos ya estén en conocimiento de las autoridades provinciales.
Kirchner elogió la intención emanada del decreto y la consideró válida para afrontar lo que describió como la “tarea titánica” de recuperar los servicios ferroviarios para el país. “La decisión del gobierno de la provincia de Buenos Aires de convocar a la iniciativa privada para reconstruir el servicio ferroviario me parece excelente y estamos dispuestos a apoyar en todo lo que esté a nuestro alcance”, dijo el Presidente.
Previamente, Kirchner se había referido a las políticas ferroviarias de los ‘90 señalando que “fueron absolutamente negativas para el servicio, y las críticas que se hacían (al servicio en manos estatales) tuvieron una clara intencionalidad: desarmar toda la estructura ferroviaria”. “Ahora hay que reconstruir el servicio ferroviario en una tarea titánica, no sólo porque faltó inversión durante muchísimos años, sino porque se destruyó lo que estaba”, agregó el mandatario, que pidió “paciencia” a los usuarios para ver los resultados.
“Sabemos que el servicio es mediocre, pero no por culpa de los que trabajan allí”, aclaró, ante la presencia de trabajadores de la empresa provincial Ferrobaires. Felipe Solá, minutos después, destacó que el servicio de la empresa se mantuvo “a pesar de algunos actos de sabotaje, que denuncié en su momento, y del maltrato de algunos concesionarios de vías, que privilegiaron el servicio de carga al de pasajeros”.
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