El precio del barril de petróleo volvió a pegar un salto, en una tendencia alcista que parece no encontrar el techo. El cierre del crudo WTI, el que sirve de referencia para Argentina, fue ayer a 37,44 dólares, más de un dólar por encima del precio del viernes. La suba estuvo sustentada en los temores a nuevos atentados terroristas. Esta escalada no hizo más que complicar la ya difícil negociación entre productoras y refinadoras, que no logran ponerse de acuerdo sobre cuándo y en qué proporción aumentar los precios de los combustibles internos. Las empresas mantuvieron ayer una nueva reunión, de la que participaron funcionarios de la Secretaría de Energía. Las refinadoras (en especial Shell y Esso) volvieron a presionar por una suba inmediata, mientras que las productoras (Repsol YPF y Petrobras, que también son refinadoras) se mostraron más proclives a aceptar el reclamo del Gobierno de postergar los incrementos. Sin embargo, estas empresas también consideran que el acuerdo vigente con las refinadoras debe ser corregido, ya que se fijó cuando el crudo estaba a 28,50 dólares, y ayer superó los 37.