La industria creció en febrero un 0,9 por ciento. De esta manera, después del fuerte crecimiento del mes anterior, el primer bimestre de 2004 promedia una suba del 3,9 por ciento respecto de diciembre pasado. La mejora interanual se mantiene en dos dígitos y alcanzó el 13,3 por ciento. Los datos surgen del adelanto del Estimador Mensual Industrial (EMI) difundido ayer por el Indec. La utilización de la capacidad instalada, en tanto, se ubicó en el 67,6 por ciento, casi 2 puntos por encima del registro de enero y 6,6 puntos más que en igual mes del año anterior.
Desde marzo de 2002, cuando alcanzó sus niveles piso, la industria manufacturera acumula un crecimiento de cerca del 32 por ciento y ya se encuentra sólo un 6 por ciento por debajo del pico de junio de 1998, cuando comenzó la recesión.
La comparación interanual del primer bimestre, que muestra un crecimiento del 13,1 por ciento, es relevante debido a que, a diferencia de lo que ocurría en 2003, se realiza contra meses en los que el EMI ya había recuperado gran parte de su abrupta caída iniciada a mediados de 2001. Luego de la baja mensual del 2,7 por ciento en diciembre, el crecimiento del primer bimestre consiguió desterrar el fantasma de un freno en la recuperación. De acuerdo con lo esperado del nuevo modelo, la industria continúa creciendo por encima de la evolución del PBI. Aunque con excepción de los sectores desde siempre vinculados al mercado externo, ello se debe todavía a la sustitución de importaciones y no a la mayor especialización.
Desde el punto de vista sectorial sólo una rama, Productos del Tabaco, mostró un comportamiento negativo durante el primer bimestre. El crecimiento más fuerte, del 46,3 por ciento, siempre considerando el promedio de los primeros dos meses del año, se produjo en el sector automotor. Aquí sí la fuerte variación respondió a la comparación con una base inusualmente baja. En línea con el auge del sector agrario, aunque con una baja estacional respecto de enero, también crecieron fuertemente los agroquímicos, que lo hicieron el 32,4 por ciento en el bimestre. Otra suba importante, del 18,9 por ciento, se registró en los minerales no metálicos vinculados a la construcción, principalmente cemento y vidrio. La industria alimenticia, en tanto, se expandió un 9,3 por ciento en los dos primeros meses, pero con una baja del 4,5 por ciento en febrero. La refinación de petróleo creció un 2,4 y las industrias metálicas básicas un 5,6. La estrella inicial de la recuperación, el sector textil, mantiene un crecimiento sostenido aunque en niveles menos espectaculares que los de principios del año anterior. Mejoró 8,1 por ciento en febrero, pero 4,4 en el bimestre.
No obstante, el panorama real de la industria no puede entenderse sólo sobre la base de estas variaciones. Una información complementaria clave, también difundida ayer por el Indec, es la utilización de la capacidad instalada. Si bien todavía existe una brecha en la utilización de esta capacidad, el margen ocioso se reduce sensiblemente en los sectores más dinámicos, donde las plantas son utilizadas en niveles cercanos o superiores al 80 por ciento. Se trata de un indicativo de que las actuales tasas de crecimiento requerirán, más temprano que tarde, del auxilio de nuevas inversiones, pues existen sólo 3 sectores donde la capacidad instalada se encuentra todavía en niveles altos de subutilización. Ellos son la metalmecánica –excluida la industria automotriz–, los minerales no metálicos, con 53,2 y 50,6 por ciento de utilización respectivamente y la industria automotriz, con apenas el 23,2 por ciento. En el extremo opuesto se encuentran sectores transables que no bajaron su nivel de producción ni siquiera en los peores momentos de la crisis, como las industrias metálicas básicas, acero crudo y aluminio, con 94,8 por ciento, y refinación de petróleo, con un 82,1 por ciento, nivel inusualmente bajo para el sector, pues en los 12 meses anteriores el uso de las plantas se mantuvo cerca del 90 por ciento.