La posibilidad cada vez más cercana de que Estados Unidos suba la tasa de interés volvió a alterar a los mercados financieros. Alan Greenspan, el influyente presidente de la Reserva Federal (banca central estadounidense), dio ayer pistas de que el costo del dinero podría encarecerse. De inmediato hubo bajas importantes en las bolsas. El índice de acciones líderes MerVal retrocedió otro 2 por ciento y ya acumula un descenso del 7,8 por ciento en lo que va del mes.
Las bajas se extendieron por toda la región. La Bolsa de San Pablo cayó 2,5 por ciento y la de Santiago de Chile, el 0,4. También alcanzaron a Wall Street, donde el Dow Jones bajó 1,2 por ciento y el tecnológico Nasdaq, el 2,1.
En su discurso, Greenspan dio indicios de que se avecina una suba de la tasa internacional, que en la actualidad se encuentra en su mínimo histórico, en el 1 por ciento anual. “La amenaza de deflación, que era una preocupación significativa el año pasado, ya no es un problema”, indicó el banquero. Además, sostuvo que un alza de las tasas no afectaría al sistema financiero estadounidense. Todos indicadores de que habría un retoque del costo del dinero en el corto plazo.
La próxima reunión de los directores de la Reserva Federal tendrá lugar el martes 4. El escenario de un aumento de la tasa había sido descartado por los analistas de Wall Street, ya que consideraban difícil que Greenspan actuara en vísperas de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Pero los últimos indicadores económicos están mostrando una fortaleza inesperada de la economía de ese país y reflotó los temores a un brote inflacionario.
La perspectiva de una suba de la tasa golpeó a los mercados. En la city se notó una fuga de inversores, tentados por los rendimientos más altos que ya evidencian los bonos del Tesoro estadounidense. Ayer se negociaron 65 millones de pesos en acciones, un volumen que duplica el promedio de las últimas jornadas. Desde que tocó su record de 1275 puntos, hace un mes, el MerVal ya perdió un 13 por ciento.
La pregunta que se formulaban en la city era si esta tendencia negativa se espiralizaría. La lupa está puesta sobre lo que ocurra en Brasil. Un aumento de la tasa internacional complicaría la situación financiera del país vecino, que está necesitado de refinanciar su abultada deuda. Tanto en el microcentro como en San Pablo volvió el temor a que Brasil entre en un proceso que culmine en default, como la Argentina de 2001.
Ya que la Argentina está afuera de los mercados internacionales –no está colocando deuda nueva–, el eventual incremento de la tasa tendría impacto nulo en este sentido. Pero los financistas tienen en cuenta el hecho de que la administración Kirchner se encuentra en plena renegociación de la deuda. ¿Cómo afectaría un alza de la tasa? ¿Implicaría acaso una mayor presión de los acreedores para que el Gobierno les mejore la oferta?
El otro dato que evalúan en el microcentro se relaciona con el precio de los commodities. Algunos sostienen que una suba de la tasa en Estados Unidos deprimirá esos valores, que en el caso de la soja se hallan en niveles record. Si este escenario se constarara y los precios de los exportables se pincharan, podría haber problemas para la floreciente economía argentina.
Greenspan completará su visión sobre la marcha de la economía estadounidense esta tarde en el Capitolio de Washington. Tal vez empiece a quedar más claro el escenario de la economía internacional de los próximos tiempos.