“Argentina es un país totalmente confiable, está creciendo desde hace más de un año y continuará haciéndolo.” Esto significa que es probable que aparezcan muchos “cuellos de botella en materia de infraestructura” y esa es “nuestra oportunidad de negocios”. Así lo afirmó en una conferencia de prensa el multimillonario mexicano Carlos Slim a su paso por Argentina y luego de reunirse con el ministro Julio De Vido y el presidente Néstor Kirchner.
Salvo un olvidado habano en el bolsillo y las miradas embelesadas de los cronistas especializados, no había estereotipos que delataran que quien estaba sentado a la mesa de las oficinas de la compañía CTI era uno de los hombres más ricos del mundo, cuya fortuna se calcula en cerca de 8000 millones de dólares. Dueño de la telefónica mexicana Telmex y de América Móvil, una de las mayores empresas de celulares de América latina, pero también de supermercados, tabacaleras y bancos, Slim es propietario en Argentina de CTI Móvil, firma que asociada con Techtel, del grupo Techint, controla el 17 por ciento del mercado de celulares local.
Su nuevo proyecto es concentrarse en el sector de infraestructura en América latina. Según contó ayer, lo hará a través de una nueva empresa que se llamará Ideal, Impulsora del Desarrollo de América Latina y que, confirmó, podría participar en la finalización de las obras de la hidroeléctrica Yacyretá. Sin embargo, todavía no existe ninguna evaluación de factibilidad para este emprendimiento. Sólo un ofrecimiento realizado por De Vido en un encuentro previo a la reunión con Kirchner. Allí, Slim se comprometió a enviar a un grupo de técnicos para que estudien la situación.
En una conferencia donde abundaron los cronistas de revistas y diarios de negocios la pregunta no podía tardar en llegar. “Todo el mundo dice que en la Argentina no existe seguridad jurídica. ¿Por qué invierte en el país?”, ensayó una voz femenina. “¿Quién es el mundo? –contestó Slim–. ¿Los banqueros? Después de las crisis, la mayoría de las empresas han mejorado su situación y refinanciado sus deudas, crece el PIB, el mercado interno”, argumentó, por eso “estamos entrando seriamente en Argentina”.