ECONOMíA
› RECUPERACION ECONOMICA Y DEFICIT EN CUENTA CORRIENTE
Pagos e ingresos en la balanza
› Por Claudio Scaletta
El Balance de Pagos no explica sólo la inserción de la economía argentina en el mundo sino que, al hacerlo, dice mucho sobre su comportamiento fronteras adentro. Las cifras del primer trimestre difundidas ayer por el Indec confirman una de las características estructurales del aparato productivo local: que la recuperación económica está asociada a la tendencia al déficit de cuenta corriente. Así, en el primer cuarto del año, se produjo una potente disminución de los superávit registrados en 2003. Para la comparación interanual, la caída fue de casi 1700 millones de dólares, con lo que el saldo positivo quedó en 374 millones. Las razones no fueron sólo el fuerte crecimiento de las importaciones, también los pagos de servicios asociados con el comercio exterior, los intereses, pagados y devengados, y el giro de utilidades y dividendos.
Las cifras del balance indican que las exportaciones continúan con su buen desempeño. Los 7285 millones de dólares vendidos en el primer trimestre significaron un aumento interanual de 729 millones. El verdadero salto se dio en las importaciones, que pasaron de 2368 a 4395 millones. Esta variación de casi el 87 por ciento podría explicar casi por sí sola la disminución del superávit por cuenta corriente, pero la cuenta incluye, además del balance comercial, los balances de servicios y de rentas de la inversión, los que incrementaron su saldo negativo quedando en 592 millones el primero y en 2077 millones el segundo, siempre en las comparaciones interanuales.
El balance de servicios está compuesto, considerando sus rubros principales, por las exportaciones de turismo (así figuran en el balance los gastos de los turistas en el país) y las importaciones de fletes y seguros asociadas a las exportaciones de bienes.
El balance de rentas de la inversión está compuesto, a su vez, por los pagos de intereses, negativos en 1645 millones (están incluidos, además de los intereses pagados, los devengados), y el giro de utilidades y dividendos, negativo en 427 millones.
¿Cuáles son las imágenes de la economía que describen estas cifras?
En primer lugar, la desarticulación productiva. Mientras sólo cuatro rubros (oleaginosas, grasas y aceites, harinas de soja y combustibles y energía), esto es, bienes primarios y MOA, describen las exportaciones de bienes, las importaciones están compuestas por los bienes de capital e intermedios para el sector industrial y por bienes de consumo para los sectores medio altos y altos.
En segundo lugar, la significativa transferencia de recursos al exterior. Ello surge no sólo de la inmensa deuda pública, sino del carácter predominantemente extranjero de la propiedad de las grandes empresas. Así, cuando la economía mejora, son más las utilidades que se giran al exterior.
El análisis de la otra gran cuenta del Balance, la “Capital y Financiera”, muestra, por un lado, que las reservas internacionales del Banco Central continúan aumentando. En el último trimestre lo hicieron en 884 millones de dólares. Por otro, no deja de resultar llamativo el detenimiento de la fuga de capitales. El saldo del sector privado no financiero fue positivo por primera vez en muchos años. Fueron apenas 202 millones de dólares, una magnitud compensada por los errores y omisiones, uno de los rubros que suele registrar fuga informal, pero sin duda el dato indica un cambio en las expectativas de rentabilidad de la economía.