Por D. C.

Antes de partir hacia China, Néstor Kirchner abrió la puerta a un posible conflicto con Brasil. Ayer admitió que el Gobierno sigue con atención “la volatilidad potencial del real”. Lo dijo durante una reunión con la cúpula de la Unión Industrial Argentina, que fue a verlo a la Casa Rosada para plantearle su preocupación por el aumento de las compras a Brasil. Los empresarios pidieron medidas para evitar que las importaciones desplacen a la producción local. La respuesta de Kirchner los sorprendió gratamente: coincidió con el planteo y prometió hablar del tema con su par brasileño, Lula Da Silva, en la próxima cumbre del Mercosur, el 7 y 8 de julio.
Roberto Lavagna, por su parte, anunció horas más tarde que su cartera intervendrá para frenar la entrada de productos de línea blanca, en caso de que fracasen las negociaciones entre privados de ambos países. Hasta el momento, la inquietud por el derrape del real había sido expresada por industriales y economistas, pero ayer el propio Kirchner hizo una mención al tema. “El problema existe, pero no es tan grave”, indicó luego el ministro de Economía, para no cargar las tintas. Pero tanto él como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien ofició como vocero de la reunión con los directivos de la UIA, aseguraron que el Gobierno actuará en caso de verificar un incremento exagerado de las importaciones.
“El presidente Kirchner se comprometió a hablar con el presidente Lula sobre algunos aspectos concretos del Mercosur”, dijo Fernández. La central fabril presentó un documento que cuestiona el perfil de la integración con Brasil. La conclusión es que mientras Argentina se concentra en la exportación de commodities, ya sean del sector rural o petroleras, el país vecino vende mayoritariamente productos industriales. El trabajo fue encargado al ejecutivo Alberto Ibáñez, quien aseguró que entre 1995 y 2003, Argentina colocó en el Mercosur manufacturas agropecuarias e industriales por un total de 44.091 millones de dólares, contra compras en esos mismos rubros por 51.407 millones. En el primer cuatrimestre de 2004, puntualizó Ibáñez, se intensificó la tendencia, puesto que se vendieron productos con mayor elaboración por 3678 millones y se compraron por 6458.
La UIA difundió el informe en una reunión de Junta Directiva, con la presencia de 350 empresarios. Allí estuvieron los principales miembros de la línea opositora –“Industriales”–, quienes el día anterior habían emitido un comunicado reafirmando su compromiso con el Mercosur. Fue un intento fallido por dejar descolocado al oficialismo frente al Gobierno, suponiendo que Kirchner tendría una actitud crítica por los planteos contra Brasil. Pero el Presidente los respaldó. Dentro de Industriales había enojo con el comunicado porque, según señalaron distintas fuentes, fue redactado “por Techint y Arcor sin consultar a las bases”, que en líneas generales comparten la preocupación por las importaciones brasileñas.