ECONOMíA
Las pymes que incorporen personal tendrán premio
“No genera empleo, pero es un incentivo al que contrata”, dicen en Trabajo, buscando diferenciarse del sistema vigente en los ’90.
El repudiado régimen de rebajas de aportes patronales, que durante los ’90 tuvo como resultado el desfinanciamiento del sistema de seguridad social sin producir a cambio ningún efecto en la generación de empleo, desde ayer tiene un sustituto más restringido en sus alcances y con objetivos menos artificiales, según apuntan en la cartera laboral. “La idea es premiar al pequeño empleador que amplíe su planta de personal, promover la inserción de los beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar y, secundariamente, facilitar el blanqueo del personal que hoy trabaja en negro”, señaló un funcionario del Ministerio de Trabajo, al ser consultado sobre el nuevo régimen de reducción de aportes patronales, que beneficiará exclusivamente a empresas con menos de 80 empleados.
El nuevo sistema de premios a los empleadores que incrementen su nómina de trabajadores fue instaurado por el decreto 817, que Trabajo dio a conocer ayer. La rebaja de aportes patronales tuvo varios capítulos desde 1994 en adelante, el último de los cuales se puso en vigencia con la Reforma Laboral del 2000 (la tristemente célebre ley Banelco), derogada a fines de marzo último. Por éste llegaron a extenderse beneficios por 200 mil incorporaciones de personal, aproximadamente. Pero, en ese caso, no había límites de tamaño para la empresa beneficiaria, ni de vigencia del beneficio. Las empresas que, en virtud de ese régimen, recibieron una reducción de aportes, seguirán gozando de él mientras mantengan en sus planteles a los trabajadores por los cuales fuera solicitado.
El nuevo régimen fija un doble tope para acceder al beneficio: no superar los 80 trabajadores ni facturar anualmente por encima de determinados topes: 10,8 millones de pesos en el caso de empresas agropecuarias, 43,2 millones para industria y minería, 86,4 millones para comercios y 21,6 millones las de servicios.
El beneficio se podrá solicitar por cada “incremento neto en la nómina de trabajadores”, a partir de la dotación declarada ante la Anses y la Anssal en el mes anterior al de la solicitud. Sin embargo, si esa dotación declarada es inferior a la registrada en enero de 2004, la empresa no podrá acceder al beneficio; como tampoco las empresas que hayan producido despidos colectivos en el último semestre de 2003.
El beneficio consistirá en la reducción en un tercio del aporte patronal correspondiente al trabajador por el que se solicitó, durante los 12 meses siguientes. Pero en el caso de que ese trabajador fuera, hasta esa fecha, un beneficiario del Plan Jefas y Jefes de Hogar, el beneficio se amplía al 50 por ciento del aporte. El decreto contempla, además, que en el caso de que ese ex beneficiario del Plan Jefas y Jefes pierda ese trabajo antes de los 12 meses volverá a percibir ese beneficio en forma automática.
Las empresas que se constituyan a partir de la vigencia de este régimen podrán pedir el beneficio por la totalidad del personal incorporado a su planta. Pero, a esos fines, la norma aclara que no se considerará como nuevas empresas a las surgidas por segmentación de las preexistentes, las que fueran fruto de la fusión o escisión de sociedades o asociaciones y las surgidas de la transferencia o cesión de una preexistente.
En el Ministerio de Trabajo consideran que las rebajas de aportes, en ningún caso, promueven la incorporación de personal, como sí lo sostiene la teoría neoliberal. Pero sí creen que este sistema podrá constituir un incentivo para aquellas empresas pequeñas que decidan tomar nuevos trabajadores y, en particular, si se trata de beneficiarios de los planes sociales para desocupados. Además, constituirá un abaratamiento del costo para el blanqueo de trabajadores en condiciones irregulares.
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