Después de amenazar varias veces con anular la concesión del ex ramal San Martín, el Gobierno finalmente lo hizo. El antecedente merece ser tenido en cuenta, frente a las declaraciones de ayer del ministro de Planificación, Julio De Vido, quien dijo que si el Grupo Metropolitano no mejora los servicios de las otras dos líneas que todavía opera –Roca y Belgrano Sur–, la rescisión de esas concesiones “es una posibilidad cierta”. “Estamos seguros de que los usuarios y la gente lo van a aplaudir, porque se sabe que esas líneas no funcionan bien”, advirtió el funcionario a la agencia Télam en Praga, en una escala del viaje a China de la comitiva que encabeza Néstor Kirchner. Pareció un ultimátum, sobre todo cuando De Vido aclaró que “no hay negociaciones, ya hemos hablado y les dimos un plazo para que mejoren el servicio, pero eso todavía no ocurrió”.
La advertencia se produjo al mismo tiempo que el Gobierno oficializó la rescisión del contrato con el operador de la ex línea San Martín (ver nota aparte). El denominado Grupo Taselli fue uno de los beneficiarios de las privatizaciones. Además de incursionar en el negocio de los trenes, obtuvo la concesión del yacimiento de carbón de Río Turbio, en Santa Cruz, hasta que la abandonó en 2002. Ahora le quedan los ramales Roca y Belgrano Sur, pero también podría perderlos, según indicó De Vido. “Si no mejoran los servicios, (la rescisión) es una posibilidad cierta”, aseguró.
Una de las tareas urgentes que debe encarar el Gobierno es evitar la desaparición de material ferroviario. Una denuncia extraoficial que mencionaron ayer fuentes gremiales es que el grupo Taselli habría sacado de circulación dos máquinas y dos coches motor que estaban en operación en el ramal Belgrano Sur. La versión agregó que las máquinas habrían sido trasladadas al taller que Taselli tiene en Córdoba, aduciendo que se trata de vehículos reparados por el grupo. De acuerdo con las mismas fuentes, las máquinas y los coches motor se estaban utilizando en el servicio semi rápido que une la estación Buenos Aires (Pompeya) con la de González Catán (La Matanza).
De Vido hizo referencia a la tardanza en la anulación de la concesión del San Martín. Explicó que la demora obedeció a la necesidad de garantizar el correcto funcionamiento del “pull” de concesionarios que se hará cargo interinamente del ramal Retiro-Pilar, integrado por Trenes de Buenos Aires (TBA), Ferrovías y Metrovías, hasta que sea reprivatizado.
“Nuestra mayor preocupación es y será mejorar el servicio, por eso no quisimos dar un paso en falso hasta no tener garantizada la continuidad” de la prestación, afirmó el ministro. También señaló que uno de los objetivos del viaje a China es negociar un eventual acuerdo con ese país para la provisión de material rodante.
Frente a la decisión del Gobierno de anular la concesión, el diputado socialista Héctor Polino, también presidente de la Asociación Consumidores Libres, cuestionó que se le encargue a TBA, Metrovías y Ferrovías la gestión operativa del San Martín. “Es como encomendarle al zorro el cuidado de las gallinas, porque a esas mismas empresas también se les debió haber rescindido los contratos por los reiterados y graves incumplimientos en la prestación de los servicios de pasajeros que tienen en operación”, opinó el legislador. En la misma línea, Polino lamentó que “una buena decisión política como fue terminar con la actual concesión (del San Martín), se vea empañada ahora con una medida tan contradictoria”, como la entrega a los otros concesionarios.