Mar 29.06.2004

ECONOMíA

Los supermercados resisten con ofertas la vuelta al almacén de barrio

Así lo pone en evidencia un relevamiento del Indec en el que se observa que aumentan las ventas físicas en las grandes cadenas, al tiempo que caen los precios promedio. Cae el plantel ocupado.

La agresiva política de ofertas en bienes de consumo masivo les está dando resultado a las grandes cadenas de supermercados. En mayo, volvieron a subir las cantidades vendidas en esos grandes centros de ventas, ubicándose en un 10,5 por ciento por encima de las del mismo mes del año pasado. Sin embargo, esta evolución favorable en el negocio de los supermercadistas no se refleja en su política de contratación de personal: entre los primeros meses de 2003 e igual período de 2004, sus planteles se redujeron en un 3,8 por ciento, lo que representó una pérdida neta de 3421 puestos de trabajo, según consigna el Indec en su encuesta para el sector.
Dicha política de precios arrojó, como resultado, que los precios promedio en los supermercados cayeran entre mayo del año pasado y el mismo mes de este año en el 1,9 por ciento. De tal forma, la facturación creció con respecto al año pasado, pero menos que las ventas físicas: 8,4 contra 10,5 por ciento. La misma tendencia se observa al comparar ventas físicas acumuladas y precios promedio durante los primeros cinco meses del año. En la comparación con el año 2003 se observa en tal caso un incremento en las cantidades vendidas del 11 por ciento y una baja en los precios del 2,1 por ciento.
Las ventas totales en supermercados en el mes de mayo alcanzaron los 1450 millones de pesos, levemente por debajo de las registradas en marzo (1451,3 millones) y abril (1468,6). Sin embargo, se observa que la tendencia a la recuperación se mantiene, en un ciclo ascendente que se sostiene desde abril de 2003, pero que aún no alcanza para revertir ni siquiera la caída verificada durante el año 2002.
Con la política de ofertas y grandes campañas publicitarias en el rubro de alimentos, particularmente apuntados a las compras de fin de semana, las grandes cadenas están recuperando el terreno que habían perdido a manos de los pequeños almacenes de barrio. Pero las ofertas de electrodomésticos y artículos para el hogar también se hacen sentir en las campañas, buscando captar el retorno al consumo de bienes durables de las capas medias y altas de la población. Ello quedó reflejado en los resultados de ventas de los primeros meses de este año en comparación a igual período del anterior.
Medida a precios corrientes, la recuperación de las ventas tuvo un comportamiento dispar según el rubro. La evolución de las ventas en Alimentos y bebidas acompañó, aproximadamente, la mejora con respecto al año pasado en los primeros meses de este año, con un repunte de aproximadamente un 10 por ciento. Las de Artículos de limpieza y perfumería superaron levemente esa performance. En cambio, las de Indumentaria y de Electrónicos observaron un repunte notable, superior al 25 por ciento con respecto al año pasado. Sin embargo, la comparación a valores corrientes contra los años anteriores a la devaluación muestran lo lejos que aún están los años previos a la crisis. En el caso de Electrodomésticos (incluyendo en el mismo rubro a Artículos para el hogar), las ventas a valores corrientes alcanzadas en los primeros meses de este año niveles recién están igualando las alcanzadas en los años 1998/99. Para el caso de Indumentaria, calzado y textiles para el hogar, remontándose a los años previos al colapso, 2000/2001, se encuentran niveles de venta semejantes a los actuales.
El relevamiento del Indec se realiza mensualmente sobre 73 cadenas de supermercados. Diez de ellas son consideradas “grandes”, con facturación superior a los 20 millones de pesos mensuales. El resto puede ser caracterizado en general dentro de la categoría de “medianas”. Al conjunto le corresponden 1415 bocas de expendio. El personal ocupado en las mismas ascendía, en abril de este año, a casi 86.800 personas, de las cuales 12.100 se desempeñaban como gerentes, supervisores y en otros niveles jerárquicos, y el resto (casi 74.700) como cajeros, administrativos y repositores. El nivel salarial bruto promedio para los primeros era, en abril, de 1853 pesos y para los segundos, de 835 pesos. Un año atrás, el personal ocupado en esas mismas cadenas superaba las 90 mil personas.

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