ECONOMíA
Apenas una promesa de no cambiarles
La restricción al retiro de depósitos es el tema más sensible que hereda Duhalde. No hay solución inmediata, pero se asumió el compromiso de respetarles la moneda de origen a depositantes.
@“A los afectados por el corralito, les digo que el Estado no permitirá que sean víctimas del sistema financiero”, arrancó Eduardo Duhalde al tocar el tema más sensible que afronta ya desde antes de ocupar el sillón presidencial. “Serán respetadas las monedas en que hicieron sus depósitos: el que depositó dólares recibirá dólares y el que depositó pesos recibirá pesos”, agregó, despejando una de las principales incógnitas. Sin embargo, no contestó las otras dos preguntas del millón: cuándo y cómo. Duhalde anticipó que pasado mañana el ministro de Economía difundirá todas las medidas y dará todas las explicaciones. Por ahora se sabe que no habrá confiscación de depósitos ni pesificación, pero los depositantes tendrán que tener paciencia y seguramente deberán esperar para recuperar su dinero.
Una de las opciones que se mencionaba ayer es que se repactará el plazo y las condiciones de la devolución. Los bancos piden por lo menos un año de prórroga en los depósitos, concediendo una tasa de interés del 3 por ciento. Podría haber entregas escalonadas –antes de ese plazo– para los depósitos de bajo monto. Otra versión que circulaba en las filas duhaldistas era que podría flexibilizarse el corralito a partir de mediados de año. Página/12 anticipó anteayer que una opción en estudio es que mientras siguen las restricciones para extraer el dinero, los bancos entreguen chequeras de monto fijo, para pagar todo tipo de transacciones. Cada vez que la persona entregue un cupón, el monto –por ejemplo, 100 pesos– se le debitará de su cuenta, y se acreditará en la cuenta de quien recibió el cheque.
Hubo otras dos definiciones trascendentes de Duhalde en su discurso ante la Asamblea Legislativa:
u “No tenemos un peso para afrontar las obligaciones de salarios, aguinaldos y jubilaciones”. “Argentina está quebrada, está fundida”, describió. Con ello, estaría anticipando que el Estado comenzará a utilizar Lecop para pagar salarios y jubilaciones, y también a los beneficiarios de programas sociales. Para mejorar la situación fiscal del Estado, que en este momento es caótica, el duhaldismo analiza cancelar por dos años los aportes a las AFJP. El aporte de los afiliados al sistema de capitalización iría, durante ese lapso, a las arcas públicas. El Estado reintegraría el dinero a cada cuenta de capitalización al momento en que la persona vaya a jubilarse, con una tasa de interés del 6 por ciento.
u Tomando la posta de la denuncia que hizo la diputada Elisa Carrió (ARI) ante la Asamblea Legislativa, respecto a que el sector financiero y las grandes empresas fugaron la plata de los ahorristas al exterior, Duhalde enfatizó: “Quienes hayan robado el dinero de la gente y quienes no hayan controlado a los que robaban van a ir presos”. “Hay que investigar esas sospechas”, sentenció.
Respecto del corralito, el todavía secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri –quien pasaría a ocupar la presidencia del Banco Nación–, advirtió que “se está analizando flexibilizarlo”, pero que no se puede levantar de inmediato porque “no hay magia”. “No hay salida fácil. Los bancos tienen la plata en créditos y ahora hay que ver cómo se le devuelve a quienes lo depositaron”, señaló. “Lo que pasó en la Argentina es que todos querían la plata en el mismo momento y los bancos no tienen el dinero en una caja de zapatos, lo tienen prestado”, intentó justificar.
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