ECONOMíA
› ARGENTINA Y BRASIL ACERCAN POSICIONES PARA LIMITAR IMPORTACIONES
Acuerdo electrodoméstico en cuotas
Las conversaciones entre industriales de uno y otro de los rubros Cocinas y Heladeras están avanzadas. Lavarropas, con diferencias.
› Por David Cufré
Después de largas horas de negociaciones, los fabricantes de cocinas de Argentina y Brasil llegaron a un principio de acuerdo para limitar el envío de mercaderías desde el país vecino. La participación de los productos brasileños en el mercado local descendería del 30 al 22 o 20 por ciento. La diferencia se salvaría sin demasiados inconvenientes. Las discusiones fueron intensas, pero la intervención de ambos gobiernos resultó clave para acercar posiciones. El sector de las heladeras también quedó muy próximo a cerrar un arreglo, luego de que los industriales brasileños accedieron a reducir su participación en el mercado argentino al 50 por ciento, desde el 61 actual. En cambio, los fabricantes de lavarropas seguirán pulseando hoy, con pronóstico reservado.
“Nos está saliendo humo de la cabeza”, confesó el ministro de Desarrollo brasileño, Marcio Fortes, al salir de uno de los salones adonde estaban reunidos los empresarios de un rubro para entrar a otro. Con humor, el funcionario describió el clima de las negociaciones. A las 10 de la mañana, Fortes entró al despacho del secretario de Industria, Alberto Dumont, y ambos salieron de allí pasado el mediodía hacia el Ministerio de Economía. La entrevista con Roberto Lavagna se extendió por otra hora, tras lo cual Dumont y Fortes regresaron a Industria para sumarse a las conversaciones de los industriales. Los funcionarios resolvieron que harían el mayor esfuerzo posible para solucionar las cosas, debido a que la pelea de los electrodomésticos desató una ola de críticas muy duras al Mercosur por parte de empresarios de ambos países. En Brasil, incluso, se plegaron organizaciones sindicales.
La decisión política de los gobiernos de aplacar la crisis y resaltar la importancia del proceso de integración quedó clara a través de lo que dijeron distintos funcionarios. “El gobierno brasileño –valoró Dumont– ha mostrado mucha calma hasta el momento y ha tratado de aquietar las aguas, lo cual es muy saludable.” Lo que se discute, agregó, “es una porción del comercio (bilateral) muy, muy marginal”. El embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lolhé, afirmó en la misma línea que “lo que se necesita para resolver las diferencias comerciales es más Mercosur, no menos. Más normas y más instituciones”. Y desde Brasilia, el asesor especial de la presidencia en Relaciones Exteriores, Marco Aurelio García, enfatizó que “el Mercosur está bien vivo, nadie se disputa perro muerto”.
Esa voluntad política se bajó a las negociaciones empresarias, que comenzaron a destrabarse cuando se perfilaba un nuevo fracaso. Los primeros que arrimaron posiciones fueron los fabricantes de cocinas. El convenio que quedó prácticamente sellado limita a 90.000 unidades los envíos desde el país vecino este año, mientras que en 2005 bajarán a 47.500. En lo que va de 2004 ya ingresaron unas 50.000 cocinas brasileñas, lo que deja unas 40.000 hasta diciembre. Estos números podrían sufrir alguna ligera corrección porque los fabricantes de cada país manejan cifras distintas sobre la dimensión del mercado interno. De allí que la participación brasileña se ubicaría en 22 o 20 por ciento del mercado, según quién lo mire.
Los productores de heladeras también avanzaron hacia un acuerdo, que se ubicará entre las 260.000 unidades ofrecidas por los argentinos y las 310.000 que reclaman sus pares del país vecino. A pesar de las diferencias, Fortes se animó a decir que “el convenio de las heladeras está cerrado”. Fuentes oficiales argentinas prefirieron ser un poco más cautas y señalaron que “está muy cerca”. Una de las razones que explican esa actitud es que “las discusiones fueron muy difíciles y no podemos descartar que alguna de las partes retroceda a último momento”. Hasta ahora, nadie firmó nada, aunque eso podría ocurrir hoy.
En cuanto a la negociación por los lavarropas, prevalece el pesimismo. Los industriales volverán a reunirse hoy, por lo cual Fortes retrasó un día su regreso a Brasil. Los argentinos quieren poner un cupo a las exportaciones brasileñas de 66.000 unidades, mientras que los productores del país vecino proponen 210.000. Si no hubiera acuerdo en este sector, las restricciones a las importaciones se levantarán sólo para los otros dos rubros.
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