ECONOMíA
El petróleo no afloja, Petrobras ya aumentó y Repsol YPF se prepara
Pese a que Rusia rehabilitó su principal empresa productora, Yukos, el precio del barril se mantuvo casi en el mismo nivel record del miércoles. En el mercado local, Petrobras aumentó sus combustibles, como antes lo hicieron Esso y Shell. Repsol se sumaría este fin de semana.
› Por Claudio Zlotnik
Ayer fue el turno de Petrobras y el círculo se completará en las próximas 48 horas. Repsol YPF ya tendría decidido aumentar los combustibles antes del lunes. El ajuste de la brasileña Petrobras, anunciado a primera hora de ayer, fue de 2,9 por ciento para el gasoil y del 1,8 por ciento para la nafta premium, marca Podium. Los aumentos tienen directa relación con el precio record alcanzado por el petróleo en el mercado internacional. El barril de WTI, crudo de referencia para la Argentina, cedió apenas unos pocos centavos y ayer cerró en 42,75 dólares.
Tras la remarcación, el gasoil de Petrobras ahora se expende a 1,439 peso por litro, diez centavos más que antes. En el caso de la nafta Podium, el incremento fue de 1,964 a 1,999 peso. A diferencia de Esso y de Shell, que lideraron la movida, Petrobras mantuvo sin cambios sus surtidores de naftas “común” y “súper”.
En este contexto, en Repsol YPF evaluaban que un desfase de precios respecto de la competencia provocaría una corrida hacia sus surtidores. Y que la compañía no daría abasto para satisfacer el súbito incremento de la demanda. Si bien hasta anoche no estaba definida ni la magnitud ni el momento en que se producirá el retoque, es un hecho que la empresa española aumentará los precios. Tradicionalmente, Repsol YPF realiza los cambios durante los fines de semana.
Analistas de mercado aseguran que habrá más remarcaciones en el futuro cercano. El ex secretario de Energía Daniel Montamat, por ejemplo, calculó que la nafta súper se encarecería hasta los 2 pesos. Ahora se encuentra en torno a 1,865.
Lo cierto es que el Gobierno sigue de cerca la evolución del mercado. La incógnita radica en si posee instrumentos para limitar los reacomodamientos que intentarán hacer las empresas. Hasta fines de abril existió un convenio que mantuvo congelados los precios. Pero ese acuerdo venció y, ante la disparada del crudo, las petroleras se negaron a rubricar otro. El anterior compromiso implicaba que entre las empresas se vendían el barril de petróleo a 28,50 dólares –acumulándose una deuda entre ellas–, muy por debajo de los 43 dólares actuales.
El problema que ahora enfrenta el Gobierno refiere al fuerte impacto de la suba de las naftas en la inflación. Si bien existen subsidios para el sector transportista, que la Casa Rosada volvió a garantizar y que atenúan el efecto por el aumento de los precios, el escenario podría complicarse en caso de que haya más aumentos. Por ese motivo, es muy probable que el Gobierno intente anudar otro acuerdo con las petroleras sobre la base de un nuevo precio de referencia del petróleo.
En las petroleras prevén que el barril se mantendrá en niveles altos. Un dato reforzó ese indicio: el hecho de que Rusia intentara calmar al mercado permitiendo que su principal productora y exportadora –Yukos– funcionara con normalidad, sin lograr un retroceso en el precio del crudo. El miércoles pasado, el anuncio de una posible interrupción de las entregas de Yukos disparó el precio del barril al nivel record de 43 dólares. No hay que olvidar que Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo, detrás de Arabia Saudita.
El hecho de que la cotización del crudo se resista a declinar, a pesar de la descompresión en Rusia, obedece a que existen otras razones de fondo que impulsan el precio. Una de ellas tiene que ver con la fuerte demanda de combustible en los Estados Unidos en un contexto de declive en los stocks. También es preocupante que la disparada se produzca a pesar del incremento en la cuota de producción de los países de la OPEP. Días pasados, el presidente de la poderosa petrolera estatal venezolana, PDVSA, Alí Rodríguez, dijo que los países productores podrían quedarse sin colchón para actuar en caso de que se agrave el recalentamiento del mercado petrolero. A esto se suman las inestabilidades políticas en países productores, como Arabia y Venezuela. En este contexto, el ex secretario Montamat dio su pálpito de que el precio del barril “puede seguir para arriba”.
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