El fuerte aumento de las importaciones redujo sustancialmente el superávit comercial, que en junio alcanzó a 882 millones de dólares, la mitad de los 1738 millones que se registraban en igual mes del año pasado, informó el Indec. Las compras al exterior resultaron superiores a las de junio del año pasado en un 77 por ciento, mientras que en el acumulado del semestre, el incremento verificado respecto de 2003 es del 72 por ciento. El saldo de la balanza comercial en la primera mitad del año es favorable en 6499 millones de dólares.
La reactivación en el nivel de actividad en sectores clave y de fuerte concentración alentó la importación de bienes de capital, cuyo ingreso al país se incrementó en un 152 por ciento respecto del año pasado. Este rubro pasó a representar el 23 por ciento de las importaciones totales en el semestre, sólo superado por Bienes Intermedios, con una participación del 40 por ciento en el valor total de los bienes comprados en el exterior.
Sin embargo, vale señalar que de acuerdo con la clasificación que reconoce el Indec, algunos rubros que podrían ser también considerados bienes de consumo durable son computados como bienes de capital, como es el caso de los aparatos de telefonía celular. Precisamente, éste es el rubro de mayor incremento en los últimos meses.
El informe del Indec también señala como significativo el aumento de las importaciones de piezas y accesorios para bienes de capital (83 por ciento en junio contra igual mes del año pasado), en particular las vinculadas al complejo automotor. Entre los Intermedios, se destaca el incremento en la importación de abonos químicos. Por otra parte, en junio se registró una fuerte suba en la importación de combustibles y lubricantes (215 por ciento), considerando en este renglón a las compras de fueloil, energía eléctrica, gas natural y licuado, vinculadas con la necesidad de paliar la crisis energética.
Por el lado de las exportaciones, el primer semestre presentó comportamientos dispares. Dentro del complejo sojero, las harinas y pellets evidenciaron un fuerte aumento, teniendo a la Unión Europea como principal destino, mientras que las ventas de aceites aumentaron, por el incremento de la demanda de China que más que compensó la disminución de las compras de India. También se produjeron descensos en las exportaciones de maíz y petróleo crudo, mientras que aumentaron las de trigo.