ECONOMíA
› LA RECAUDACION DE JULIO ALCANZO LOS 8700 MILLONES DE PESOS
El color del dinero atrae a los buitres
Los ingresos al fisco superarán la estimación anual de Economía.El excedente será aún mayor que el previsto y, por ese motivo, será una meta de acreedores. ¿Qué destino tendrá, entonces, ese dinero?
› Por David Cufré
Los reclamos llegarán de todos lados. Los acreedores sentirán que tienen razón cuando exigen mayores pagos. Los jubilados y los empleados públicos dirán que ahora no hay excusas para mantener sus haberes congelados. Los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes querrán alejarse de la indigencia. El FMI también dirá lo suyo. Y el Gobierno deberá resolver qué hace con el dinero. Los ingresos fiscales del año “superarán los 90.000 millones de pesos, contra una estimación presupuestaria de 79.000 millones”, reveló ayer el titular de la AFIP, Alberto Abad. Desde un primer momento se sabía que la proyección de recaudación incluida en el Presupuesto estaba subestimada, pero ahora queda claro que la diferencia entre lo pautado y la realidad será importante. El dato relevante es que Roberto Lavagna tendrá en la caja unos 10.000 millones de pesos extra para administrar, y cada quien pedirá por lo suyo.
Abad confirmó la suba de ingresos al dar a conocer los resultados de la recaudación de julio. Tal como sucede desde principios de año, los aportes al fisco experimentaron una fuerte alza, del 33,8 por ciento respecto de julio de 2003. En total, la AFIP recolectó 8704,3 millones de pesos, con el IVA como principal puntal, seguido de cerca por Ganancias. Hubo subas en casi todos los gravámenes, desde las retenciones hasta los pagos de los monotributistas.
Entre enero y julio se liquidaron impuestos por 57.723 millones de pesos, 41,9 por ciento más que en igual período de 2003. Abad consideró que ya está instalado como nuevo piso de recaudación los 8000 millones de pesos mensuales. Desde agosto hasta diciembre eso sumaría 40.000 millones, que agregados a los 57.723 ya obtenidos arrojaría más de 97.000 millones. En el Palacio de Hacienda admiten que los ingresos rondarán los 95.000 millones. Abad prefirió ser cauto y sólo reconoció “más de 90.000 millones”.
De ese excedente respecto del Presupuesto, Lavagna ya asignó gastos por 7800 millones de pesos. Una parte financiará el aumento de jubilaciones mínimas y la entrega de 100 pesos a los empleados públicos con salarios inferiores a los 1000. Otro tanto cubrirá los costos de la crisis energética. Y también hubo partidas adicionales para todos los ministerios. Pero la recaudación siguió evolucionando mejor de lo previsto por Economía y ahora el Gobierno tendrá otro plus para gastar. Los acreedores –con el respaldo del FMI– se pondrán duros en su exigencia de una mejora en la propuesta de reestructuración de deuda.
Una opción que estudiaría Lavagna sería guardar parte de los recursos sobrantes para hacer frente a los pesados vencimientos de deuda que se acumulan en 2005. El próximo año el Gobierno deberá conseguir financiamiento en los mercados por unos 2700 millones de dólares. En lugar de salir a pedir ese dinero, por el que debería pagar tasas de interés de dos dígitos, el ministro podría usar los fondos que retendría este año. Pero no será fácil políticamente avanzar con esa alternativa, en medio de tantas urgencias sociales y con tantas presiones externas.
La ley de Responsabilidad Fiscal que promueve el Poder Ejecutivo apunta justamente a la creación de un fondo anticíclico, al prohibir aumentos en el gasto público por sobre la suba presupuestada del PIB. Ese fondo sería un reaseguro para los acreedores, que sabrán que todo peso extra que obtenga el país será separado para pagarles.
La discusión sobre el destino de los recursos debería ser paralela a un debate sobre cómo se obtienen esos fondos. Pero, por ahora, el Gobierno no tiene en carpeta una reforma tributaria. Una justificación que dan cerca de Lavagna es que encarar ese proyecto en este momento daría lugar a una áspera pelea con el FMI. En el Palacio de Hacienda prometen que el tema será encarado después de que se solucione el problema de la deuda. Mientras tanto, un impuesto regresivo como el IVA sigue siendo el bastión de la recaudación. El mes pasado aportó 2818,2 millones de pesos, un 53,9 por ciento más que en igual mes de 2003. Por Ganancias entraron 1638,8 millones (38,4 por ciento más).
Las retenciones a las exportaciones subieron a 990,1 millones (10,7 por ciento), mientras que los derechos de importación registraron una importante alza por el salto de las compras al exterior: 283,5 millones, 45,1 por ciento más que hace un año. El impuesto al cheque trepó a 673 millones (29,9 por ciento), aunque unos 50 millones fueron pagados a cuenta de otros tributos. Finalmente, la recaudación del impuesto a los combustibles llegó a 122 millones (18,1 por ciento más) y la del gravamen a las naftas fue de 121,1 millones (2,2 por ciento más).