Los alimentos están más caros. Un estudio de la Subsecretaría de Defensa de la Competencia y el Consumidor revela que los precios de la canasta de alimentos, incluidas las carnes, frutas y verduras, subieron 1,4 por ciento sólo en las tres primeras semanas del mes de agosto. Por el contrario, los productos industriales o elaborados bajaron en un 0,2 por ciento durante el mismo período. La medición hecha por la entidad se basa en los precios registrados en los supermercados y señala además que los productos que más están afectando en la suba de toda la canasta ampliada son la cebolla y el tomate, que han experimentado alzas del 85 y el 20 por ciento, respectivamente. Los incrementos hasta la fecha de estos dos productos indican que en el período de abril a agosto el costo del tomate se ha duplicado y el de la cebolla se ha triplicado. De un total de 59 productos contemplados para el estudio, 37 registraron subas y 20 mostraron bajas, siendo los precios para la lechuga, las zanahorias y las naranjas los que más cayeron.
Entre los supermercadistas, hay criterios disímiles sobre cómo está impactando esta suba sobre los niveles de demanda de los clientes. Estas diferencias quedaron reflejadas en el debate sobre la situación del sector que tuvo lugar ayer en la Rural de Palermo. Mientras los representantes de cadenas grandes destacaron la recuperación del sector, las cadenas de propiedad familiar aseguran que “la crisis continúa”.