El endurecimiento del gobierno argentino frente al aumento de las importaciones brasileñas de distintos rubros fabriles provocó la reacción de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), la más poderosa del país vecino. “Queremos tener una actuación más activa en comercio internacional. Estamos trazando una estrategia para ayudar a los sectores sometidos a disputas comerciales con la Argentina”, anticipó su presidente, Paulo Skaf. La advertencia tuvo como destinatarios tanto al gobierno de Néstor Kirchner como al de Lula da Silva. Entre el empresariado brasileño existe cierto malestar con el presidente de su país por una supuesta falta de firmeza para negociar en el Mercosur.
Todos los sectores afectados por las medidas de restricción a las importaciones impuestas por la Argentina fueron a la Fiesp a informar su situación. La convocatoria reunió a terminales automotrices, productores textiles, de calzados y electrodomésticos. La numerosa presencia dio peso político al encuentro. “La Fiesp quiere aglutinar los reclamos y que los distintos rubros puedan contar con nuestra mediación”, dijo Skaf al término de la reunión. “Vamos a ayudar respetando su liderazgo y el de los negociadores del gobierno”, agregó. Además de intentar que la Argentina levante las trabas comerciales, los industriales brasileños se están moviendo para evitar que esas medidas se extiendan a otros rubros.
La base de toda negociación es que “el Mercosur tiene que ser respetado”, sostuvo el titular de la federación de empresarios. “La Fiesp defenderá el fortalecimiento del Mercosur”, añadió, pero remarcó que es necesario “respetar sus reglas”. El gobierno argentino reclama, por su parte, que Brasil entienda que el desarrollo industrial debe darse en los dos países, sin que las inversiones se concentren en el mercado más grande. Durante los ’90, la política que siguieron los países fue eliminar o disminuir la mayor cantidad posible de aranceles, sin prestar atención a los desequilibrios entre los países, incluido el monetario tras la devaluación brasileña de 1999. Eso provocó un desbalance en el intercambio de bienes con mayor valor agregado, con fuertes ventas de Brasil. La Unión Industrial Argentina destacó el cambio de postura del Gobierno e inició una serie de contactos con sus pares del país vecino para terminar con los desequilibrios.