ECONOMíA
Il Cavaliere no contesta hasta que sea lunedi
Frente a las críticas de Kirchner por el bloqueo italiano a la negociación de la deuda, la embajada se limitó a decir que su gobierno mandará instrucciones el lunes. Los bonistas juran que no les importa de quién es la culpa, pero que quieren cobrar.
Todavía se aguarda la respuesta del gobierno italiano frente a las duras críticas del presidente Néstor Kirchner a su par, Sivio Berlusconi, por las trabas que impuso a la renegociación de la deuda. Fuentes de la embajada italiana, ayer se limitaron a informar que aguardan “instrucciones de Roma” para el lunes. Por su parte, las asociaciones de bonistas italianos evitaron darle una mayor trascendencia al tema. “No importa quién es responsable. Nosotros queremos el dinero”, sintetizó Tulio Zembo, abogado representante de los bonistas.
Cuando el viernes, Kirchner le recordó a Italia las ayudas argentinas en tiempos malos, hablando en un acto en Madryn, el embajador italiano, Roberto Nigido, no estaba en Buenos Aires. Sin embargo, la desgrabación del discurso fue enviada inmediatamente por los colaboradores diplomáticos a Roma. Entre varias cuestiones, el presidente argentino reprochó a Berlusconi por las dificultades que debió enfrentar el gobierno argentino durante la última semana para concretar el canje y exhortó al gobierno italiano para que “rectifique” su postura frente a la propuesta de quita del 75 por ciento. Pero aún no ha llegado ninguna respuesta oficial desde la capital europea. Dicho silencio respondería, según dieron a entender los representantes diplomáticos de ese país, a no aumentar la polémica en forma desmedida. “El gobierno italiano puede tratar de ayudar en la renegociación, pero no es una parte involucrada. Es un error argentino creer que puede intervenir”, se limitaron a afirmar desde la embajada.
Mientras se aguarda la contestación a los dichos presidenciales, las críticas sólo se concentran, por el momento, en la estrategia de negociación del gobierno argentino. “La compensación tiene que partir desde una quita menor. En este momento estamos discutiendo cuánto va a devolver el gobierno, que además tiene bastante plata en la caja”, expresaron. Asimismo rechazaron cualquier rumor en torno a los fines electorales en la postura del gobierno de Berlusconi.
Para los funcionarios italianos, la aprobación de la Comisión de Valores italiana (Consob) a la oferta oficial habría llegado “con un pequeño esfuerzo más por parte de la Argentina. Justamente el pedido de la Consob para autorizar la colocación de los nuevos bonos en la plaza financiera italiana, además del rechazo del Bank of New York para actuar como agente colocador global, fue una de las razones que terminaron por postergar hasta el 17 de enero el canje de títulos.
Con un tono mucho más crítico, el representante de los acreedores italianos, Mauro Sandri, caratuló a la oferta de canje como una “política moral, jurídica y macroeconómicamente incomprensible”, ya que atenta contra quienes “confiaron en la estabilidad y credibilidad del país”. Para Sandri, las declaraciones de Kirchner responden a una “estrategia contra los acreedores”, a la cual calificó como “muy negativa”. Y agregó: “Ninguno en Italia ni en Europa volverá a comprar deuda argentina. Y la Argentina será el único Estado esclavo de los bancos internacionales, del Fondo Monetario y del Banco Mundial”.
En relación con las declaraciones vertidas por el patagónico sobre los bancos italianos, Sandri reconoció que es “clara” la responsabilidad de las instituciones financieras y aclaró que en su país “se realizan actualmente miles de causas” contra aquellos que vendieron títulos de deuda. Como en otras ocasiones hizo con los organismos multilaterales de crédito, Kirchner responsabilizó el viernes a los bancos italianos de haber “engañado” a sus clientes al venderles bonos que “sabían que eran insolventes”.
Al respecto, Tulio Zembo reconoció: “Nosotros también estamos enojados con el gobierno italiano desde hace rato”. Pero para el funcionario no importa quién tiene la responsabilidad. “Nosotros queremos el dinero”, sentenció. Por otro lado, agregó que la salida del default “no debe ser solamente con la plata de los bonistas”. En este sentido, propuso convocar a una “negociación internacional para ver quién puede esperar 40 años y quién necesita el dinero ya”.
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