El ministro Roberto Lavagna trabaja en el reemplazo del agente de cambio y fiduciario para la reestructuración de la deuda, pero se resiste a conformar un “club de bancos” en reemplazo del Bank of New York, dejaron trascender en el Palacio de Hacienda. En tanto, continuaron las quejas de los bonistas italianos, quienes rechazaron las críticas realizadas por el presidente Néstor Kirchner a su gobierno y responsabilizaron a la Argentina por las dificultades económicas de su país.
Lavagna “está entre un deseo práctico de cerrar cuanto antes la elección del banco que opere en el canje, y la intención de no volver a contratar a entidades que participaron del endeudamiento durante los ’90”, sostuvo la fuente que trabaja junto al ministro. Sin embargo, en el mercado no son muchas las entidades que estarían en condiciones de desempeñar la tarea, eminentemente técnica, de ser agente fiduciario y de cambio. Fuentes del sector financiero sostuvieron que en carrera para esta tarea se encuentran el JP Morgan Chase y el Merrill Lynch, precisamente dos de los bancos con actuación más rutilante en la colocación de deuda hasta el advenimiento de la cesación de pagos con el sector privado.
Para Lavagna “las alternativas todavía están en estudio”. El objetivo es garantizar la realización del canje a partir del 17 de enero, de acuerdo al cronograma oficial que se dio a conocer tras la postergación. Pero el propio ministro había destacado la semana pasada que “no necesariamente” tenía que ser un banco el que obre como agente de cambio del canje, y evaluó que una caja de valores podría realizar la operación. “Buena parte del trabajo previo está hecho, por lo que la entidad que acepte el canje, tendría más de media operación hecha”, aseguró la fuente. En esta situación también está el Bank of New York, que dejó una puerta abierta para retomar la operación, pero a cambio de una mayor retribución.
En ese caso, el problema es que la entidad ganó una licitación para hacerse cargo del canje ofreciendo la menor comisión posible, por lo que una modificación en el costo de la operación cambiaría el contrato que pasó los controles administrativos del Estado.
En medio de estas negociaciones que se realizan en Nueva York, y que son seguidas aquí con sumo interés, la Secretaría Legal y Técnica del Ministerio de Economía continúa con la redacción del decreto de necesidad y urgencia que habilitará la operación. Economía espera publicar la semana próxima este decreto en el Boletín Oficial, una vez que tenga cerrado el acuerdo con el nuevo banco y la aprobación de la SEC, la comisión de valores de los Estados Unidos.
En tanto, el abogado de un pequeño grupo de bonistas italianos, Mauro Sandri, indicó que en su país tienen la impresión de que la Argentina no cuenta con “una estrategia precisa acerca de cómo salir del problema de la deuda”. “También creemos que el Gobierno ha encarado una lucha suicida contra los acreedores, porque la credibilidad del Estado argentino es muy baja en Italia”, sostuvo desde Roma el lobbista italiano. Para Sandri, “el default argentino es gravísimo en la Argentina, pero también lo es en Italia, donde hay tres millones de personas involucradas en este problema”.