El directorio del Banco Central aprobó ayer un giro de 1850 millones de pesos al Gobierno para pagar a los organismos internacionales. La autorización se encuentra en línea con lo que marca la Carta Orgánica del BCRA, pues está dentro de los límites establecidos para los préstamos al Tesoro nacional. El envío del dinero puso algunos paños fríos a la crisis desatada entre Roberto Lavagna y Martín Redrado. Justo en una jornada cargada de rumores en la city sobre un posible alejamiento del ministro de Economía.
Hasta el mediodía pareció un día normal, pero con el calor sofocante de la tarde todo cambió. Desde ese momento hubo una ola de versiones en el microcentro. La más escuchada daba cuenta de que, cansado por la gestión y de las internas políticas, Lavagna daría un paso al costado. Esa sensación se hizo evidente en los negocios: las acciones, que llegaron a subir 1,2 por ciento a media mañana, terminaron con una caída de 2,2 por ciento. Mientras, los títulos públicos emitidos tras la crisis bajaron entre 0,3 y 0,9 por ciento y los que están en default, en términos generales, se mantuvieron sin cambios. Algunos bancos internacionales, como el JP Morgan y el Credit Suisse, prepararon informes especiales sobre la crisis para sus clientes.
La percepción negativa de los financistas se disipó, en parte, hacia el final de la jornada. La visión, para ese momento, era que Lavagna seguiría en su puesto. E incluso algunos operadores se animaban a afirmar que un pronto anuncio del banco que realizará el canje de la deuda descomprimiría la tensa situación de las últimas horas.
Al respecto, una fuente ligada a las negociaciones en Wall Street dijo a Página/12 que los enviados del ministro –Sebastián Palla y Leonardo Madcur– están conversando con dos bancos: el JP Morgan Chase y el Of New York, que fue el que desistió de hacer el trabajo hace dos semanas y que detonó la crisis. La idea de Lavagna sería cerrar trato con alguna de las entidades financieras entre hoy y principios de la próxima semana, con el objetivo de evitar un nuevo corrimiento del calendario del canje.
Aun en caso de lograrlo, el Gobierno tendrá que decidir de dónde saca la plata para afrontar los vencimientos con los organismos del primer trimestre de 2005. Ayer el Central aprobó el envío de 1850 millones de pesos, que servirán para cubrir los compromisos de este mes, que totalizan 672 millones de dólar. Al Central sólo le queda un margen de entre 600 y 800 millones de pesos para prestarle al Gobierno (depende de cuánto aumente la base monetaria durante este mes). Con estos fondos se lograría afrontar los vencimientos de enero, por 206 millones de dólares. Quedaría por resolver quién rompe el chanchito para pagar durante, por lo menos, febrero y marzo.
Párrafo aparte para el dólar. Ayer, el Banco Central se anotó la intervención más importante del último año y medio: compró en el mercado 75 millones de dólares, el mayor volumen desde el 24 de junio del año pasado. La compra le permitió al BCRA subir un centavo el dólar, que terminó en 2,97 pesos para la venta en las casas de cambio.