El Indice de Precios al Consumidor no registró variaciones en noviembre y sólo acumula el 5,2 por ciento en el año, por debajo de las previsiones presupuestarias que estimaban una variación de entre el 7 y el 11 por ciento, informó el Indec. Desde el Gobierno se interpretó que la continuidad del crecimiento con baja inflación significa que las turbulencias económicas del segundo trimestre del año fueron sólo circunstanciales. Sin embargo, la estabilidad de precios, con bajas en algunos sectores y caída mensual del 1,3 por ciento en el Indice de Precios Mayoristas, refleja también el enfriamiento de la demanda.
En esta línea se destaca que el salario real mostró una caída durante el tercer trimestre. Los aumentos nominales estuvieron por debajo de las subas de precios, proceso que ya se había iniciado en el segundo trimestre. En una primera aproximación, el argumento, que se concentra en la demanda, parece circular. Los ingresos caen porque suben los precios, pero esto, a la vez, hace que los precios caigan. Sin embargo, existe una diferencia en el tiempo que se explica por el lado de la oferta. La existencia de una estructura de formación de precios oligopólica determinó la rápida captación de los aumentos nominales hasta el punto de neutralizar la mejora del ingreso.
Para el Gobierno, el efecto general que provocará esta situación, menor crecimiento, no es malo. Según el Informe de Inflación del Banco Central para el cuarto trimestre del año, un crecimiento más lento resulta “más acorde con una expansión sostenible de largo plazo”. No obstante, para el BCRA, el relativo estancamiento de los precios contiene valores reprimidos en muchos sectores, como los de precios administrados, básicamente servicios y combustibles.
Para el último mes del año no se esperan mayores presiones en la recomposición de los márgenes minoristas. Primero por el problema de la demanda, pero también por la caída en los precios internacionales de las materias primas. En noviembre, los precios mayoristas de los combustibles, petróleo crudo y gas, cayeron el 10,7 por ciento, aunque todavía conservan el 23,3 por ciento de aumento en la comparación interanual, mientras que los productos agropecuarios cayeron 2,1 por ciento, en este caso, sumando una caída contra noviembre de 2003 del 8,7 por ciento.
Entre los precios al consumidor, en tanto, el rubro que más cayó fue alimentos, que se retrajeron el 0,2 por ciento impulsados por los alimentos para consumir en el hogar que bajaron el 0,6 por ciento, básicamente debido a la baja estacional de frutas (-4,7 por ciento) y verduras (-1,8). Los restantes rubros continuaron creciendo a bajos niveles. Entre los grandes rubros, el que más creció fue la Indumentaria, que subió el 0,5 por ciento en el mes y acumula el 9,3 por ciento en el año. La Canasta Básica Alimentaria registró una suba del 0,1 por ciento. Otro rubro sin variación fue vivienda y servicios básicos. La suba del 0,3 por ciento en alquiler y del 0,4 en reparaciones, fue equilibrada por una merma del 0,7 en servicios básicos para la vivienda.
Esta semana, algunas entidades de defensa del consumidor advirtieron que la canasta navideña se encuentra entre un 18 y 20 por ciento por sobre los valores del año pasado, casi cuadruplicando la inflación del período.
A pesar de las variaciones puntuales, la inflación terminará por debajo del nivel mínimo previsto en el presupuesto, que fue del 7 por ciento. El presidente del Banco Central, Martín Redrado, sostuvo ante el Senado que la variación podría ser del 6 por ciento. Para 2005 se proyecta que la inflación oscilará entre el 7 y 10,5 por ciento, con un crecimiento de la economía del 4 por ciento.
Entre los productos que más aumentaron sus precios se destaca el gas en garrafa, con una suba del 1,7 por ciento. Se trata de un dato que refleja, por un lado, la imposibilidad de comparar precios de naturaleza diferente como los mayoristas y minoristas; por otro, los problemas de regulación sectorial. El gas en garrafa es consumido por el 85 por ciento de los más de 10 millones de personas que no tienen acceso a la red troncal, en su gran mayoría pertenecientes a los sectores de menores ingresos.
En cuanto al sector de la construcción el aumento de los precios durante noviembre alcanzó al 0,5 por ciento y acumula en 2004 un 11,2 por ciento. El rubro materiales aumentó el 0,7 por ciento, mano de obra 0,1, y gastos generales el 0,6 por ciento. Todos los rubros presentaron alzas en un sector que viene creciendo un 22 por ciento en lo que va del año.