ECONOMíA
› SEGUN KIRCHNER, EN EL TERCER TRIMESTRE EL DESEMPLEO BAJO A 13,2
Estábamos tan mal que esto es bueno
Hablando frente a trabajadores ferroviarios, el Presidente de la Nación anticipó que el año cerrará con un crecimiento del 8 por ciento y que, en la última medición, el desempleo bajó a 13,2.
› Por Claudio Scaletta
El presidente Néstor Kirch-ner dijo ayer que el desempleo se ubicó en el tercer trimestre en el 13,2 por ciento. En un acto en la localidad bonaerense de San Martín, sostuvo también que la economía crecerá durante el año “un 8 por ciento o más”. El balance presidencial fue que, luego de haber alcanzado “una desocupación del 24 por ciento”, la economía continúa creciendo a tasas altas mientras el desempleo se reduce aceleradamente. En el debe, se encuentra la persistencia de la informalidad que afecta a la mitad de los empleados. Adicionalmente, la naturaleza de la medición de la desocupación no registra en su totalidad el déficit de empleo.
Luego de los valores pico de octubre de 2002, el desempleo cayó durante un año y medio consecutivo desde niveles superiores al 20 por ciento hasta el 14,4 por ciento en el primer trimestre de 2004. Sin embargo, el primer semestre del año cerró con malas noticias. A tono con las turbulencias que atravesó la economía luego de la crisis energética, lo que habría provocado un adelanto de producción en el primer trimestre, el segundo marcó un alza del desempleo y cerró al 14,8 por ciento. Pero las turbulencias parecen superadas y es probable que Kirchner ya disponga de algo a lo que el resto de la población no tiene acceso, los datos de empleo del tercer trimestre que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares, EPH. El Presidente también utilizó los datos de algunos informes preliminares del Ministerio de Economía según los cuales el PIB habría crecido el 8 por ciento en 2004, esto es, apenas por debajo de los datos de 2003, cuando se expandió el 8,7 por ciento.
Si el vaticinio presidencial se cumple, serían consistentes las predicciones realizadas por la consultora Ecolatina, que en su último informe semanal predijo que para fin de año el desempleo será del 11,7 por ciento. Ello resultaría de la creación de 400 mil nuevos puestos de trabajo, 240 mil por encima del crecimiento vegetativo de la población. De mantenerse niveles de crecimiento de por lo menos el 6 por ciento para 2005, la desocupación podría reducirse a un dígito recién en 2006.
Entre tantas proyecciones positivas, todavía restan algunos puntos sin resolver. Uno de los más importantes es la persistencia de elevados niveles de precariedad. Los nuevos empleos son de baja calidad, mal remunerados y “no registrados”. El trabajo en negro afecta a la mitad de la fuerza laboral y no da señales de reducción. Ello se debe a que 3 de los 4 sectores que se han mostrado más dinámicos en la creación de puestos de trabajo, el agropecuario, la construcción y el comercio, generan principalmente trabajo en negro. El cuarto sector, que registra mayor formalidad, es la industria.
Por otra parte, en el contexto actual el desempleo abierto es un indicador parcial del déficit de puestos de trabajo. Existen alrededor de 700 mil receptores de planes sociales que realizan alguna contraprestación laboral y que, por ello, figuran como “empleados” en la EPH. Si no fuese por los planes, entonces, la desocupación podría llegar al 18 por ciento. A ello se agregan situaciones similares en el sector privado. El criterio excesivamente amplio con el que la EPH otorga el rango de ocupados provoca que muchos desempleados que realizan “changas” figuren como trabajadores activos.
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