ECONOMíA
“Argentina será menos vulnerable que Brasil”
En un inesperado cambio de opinión, el Citigroup confía en una reestructuración exitosa de la deuda. Y afirma que, una vez cerrado el canje, Argentina sería menos vulnerable a los shocks externos que Brasil.
› Por Maximiliano Montenegro
La administración Kirch-ner recibirá un inesperado regalo de fin de año. El Citigroup acaba de publicar un reporte a nivel mundial en el que confía en una reestructuración exitosa de la deuda argentina en manos de los acreedores privados. Más aún, el mayor banco norteamericano asegura que, una vez cerrado el canje, “Argentina estaría en una posición menos vulnerable a los shocks externos que Brasil”.
A diferencia de los bancos contratados por el Gobierno para asesorarlo en la renegociación de la deuda (UBS, Barclays y Merrill Lynch), la opinión del Citi podría ser considerada “imparcial”, o al menos no interesada en favorecer al gobierno de Kirchner. Hace un mes, Roberto Lavagna acusó a su titular, William Rodhes, de encabezar una conspiración internacional contra la Argentina, junto a otros eminentes lobbistas del establishment financiero como Charles Dalara, del Instituto Internacional de Finanzas, y Jacques de Larosiere, ex FMI y actual titular de la Banca Nacional de París.
Sea como fuere, lejos de las versiones conspirativas, el banco pareciera ser hoy un aliado más de la Casa Rosada. Dice que la administración Kirchner es, desde el punto de vista fiscal, de “naturaleza austera”, como lo demuestran los recientes resultados. Todo un elogio viniendo de los gurúes de Wall Street.
El informe se concentra en el análisis de la dinámica de la economía argentina en un escenario de salida del default. Y la comparan con países como Brasil y Uruguay.
“A primera vista, la deuda pública argentina permanecería en niveles altos después de concretado el canje de títulos”, explica el documento. Ciertamente, si se mira por la relación deuda/producto, Argentina continuaría siendo un país con una carga muy pesada, sólo comparable con el caso de Uruguay (ver cuadro).
Sin embargo, cuando se mira más de cerca –argumenta el documento del Citi– “Argentina parece menos expuesta a los cambios en la liquidez internacional”, dado que su capacidad de pago de los servicios (intereses) de la deuda sería mayor que la de sus vecinos.
Suponiendo un nivel de aceptación de la propuesta oficial del 75 por ciento de los acreedores, una vez renegociada la deuda, el Estado argentino deberá destinar por todo concepto, en los próximos años, un 3 por ciento del PBI al pago de intereses. En cambio, en Brasil los servicios de la deuda insumirán entre 7 y 8 por ciento del producto, y en Uruguay entre 5 y 6 por ciento. Ni qué hablar de Turquía, cuyo Estado destinará un 16 por ciento del PBI sólo para remunerar intereses a los acreedores.
El Citigroup reconoce que el superávit primario (antes de intereses) que muestran las cuentas fiscales argentinas en el 2004 (5,9 por ciento del PBI entre Nación y provincias) es muy dependiente del crecimiento de la economía, del precio de las materias primas en los mercados internacionales y de las relaciones entre el gobierno central y las provincias, entre otros factores. Pero confían en que la “naturaleza austera” de la administración Kirchner permita alcanzar en los próximos años niveles de superávit operativo del orden del 3,5 por ciento del PBI.
Así las cosas, suponiendo tasas de crecimiento similares (alrededor del 4 por ciento anual), la relación deuda/producto disminuiría más rápidamente en Argentina que en Brasil. En Argentina caería del 80 al 65 por ciento en el 2009, mientras que en Brasil se reduciría del 70 actual al 62 por ciento.
Mejor aún, según el Citi, en un “escenario pesimista” de shock externo, en el que suben fuertemente las tasas de interés y se desaceleran las economías, “en el mediano plazo Argentina estaría en una posición menos vulnerable que Brasil”.