El gobierno nacional se apresta a publicar en los próximos días en el Boletín Oficial el decreto 2013 que prorroga hasta el 31 de diciembre próximo la “doble” indemnización, reducida ahora al 180 por ciento del total y con perspectivas de que siga decreciendo en caso de que la desocupación siga su tendencia descendente. La meta del Gobierno es que el beneficio sea eliminado recién cuando el desempleo baje del 10 por ciento, un horizonte que los más optimistas no ven muy lejos.
En base a la nueva norma, firmada por el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Trabajo Carlos Tomada, si un empleador decide despedir a un trabajador deberá pagarle el 180 por ciento del monto indemnizatorio correspondiente. No obstante, el decreto deja abierta la puerta para una reducción de esa alícuota que acompañe la caída proyectada en los índices de desempleo.
Fuentes de la cartera laboral reconocieron que “si hay una baja sensible en el desempleo el 180 por ciento podría reducirse”. No obstante se aclaró que “no hay ninguna pauta” escrita que fije cuál es el nivel de desocupación que debe mostrar la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para que se decida una reducción de la nueva alícuota.
El Gobierno había anunciado que la doble indemnización desaparecería cuando el indicador del desempleo, que en septiembre pasado fue de 13,2 por ciento, deje de ser de dos dígitos. No obstante, en el medio no hay ningún monto establecido para una reducción gradual, gradualismo que es demandado desde el sector empresario.
La Encuesta de Indicadores Laborales que realiza el Ministerio de Trabajo mostró en diciembre pasado una nueva caída del desempleo. Sin embargo, aún faltan conocerse los datos definitivos emergentes de la Encuesta Permanente de Hogares. El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó a mediados de diciembre pasado que la desocupación alcanzó un 13,2 por ciento en el tercer trimestre del año y descendió así 1,6 puntos porcentuales respecto del segundo trimestre, cuando se había ubicado en el 14,8 por ciento de la población económicamente activa. Distintas consultoras privadas, entre ellas Ecolatina, la firma fundada por el ministro Roberto Lavagna, estimaron para fin de año un desempleo apenas por encima del 11 por ciento. Con similar optimismo, desde el Palacio de Hacienda, el director de Política Macroeconómica, José Luis Maia, pronosticó que si se mantienen los niveles de crecimiento del empleo, a fines de 2005 la desocupación podría descender a niveles cercanos al 10 por ciento.
El decreto es una ratificación de la norma actual. Su fundamentación es que aún no han desaparecido las condiciones que originalmente motivaron la medida. En su momento, la Ley de Emergencia Económica hizo referencia a las condiciones de emergencia del mercado laboral como producto de la crisis de salida del régimen de convertibilidad. A pesar de que el último número difundido por el Indec ubique el desempleo abierto en el 13,2 por ciento, se trata de una magnitud que encubre la verdadera magnitud del problema. Si no existiesen los planes sociales con contraprestación laboral, situación que hace figurar a muchos de sus receptores como ocupados en la EPH, el desempleo superaría el 17 por ciento, guarismo que está lejos de aproximarse a una salida de la emergencia del mercado laboral. Por otra parte, el Gobierno no aclaró si la meta de desocupación de un dígito es con o sin la distorsión de los planes sociales. Vale recordar que, salvo litigio judicial exitoso, la doble indemnización es un beneficio que sólo alcanza a alrededor del 50 por ciento de la fuerza laboral que se encuentra registrada o en blanco.