El gobierno boliviano amenazó ayer con interrumpir sus exportaciones de gas a la Argentina si no acepta negociar un reajuste en el valor base del fluido. La próxima semana, el ministro de Planificación, Julio De Vido, viajará a La Paz para encarar una nueva ronda de negociaciones, puesto que en las gestiones que mantuvieron ambos países durante diciembre no se alcanzó ningún acuerdo. Por otra parte, el gobierno argentino resolvió recortar en un 5 por ciento el volumen de exportación de gas natural a Chile. La medida responde esencialmente al interés de la Secretaría de Energía de preservar el abastecimiento de las centrales eléctricas, debido a que las elevadas temperaturas provocaron un fuerte aumento del consumo. Desde Chile, el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, Luis Sánchez Castellón, relativizó los efectos de la reducción de los envíos. “No afectará para nada la vida cotidiana de los chilenos”, afirmó. Por su parte, el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Guillermo Tórrez, insistió en que “la venta de gas a la Argentina se puede suspender” si no acepta un incremento de precios. La pretensión de la administración Mesa es que el precio base del gas pase de 1,35 a 2 dólares el millón de BTU.