Renuentes a liquidar los dólares obtenidos por sus ventas en los momentos de agitación e incertidumbre política y económica, los exportadores pusieron en marcha un mecanismo para evitar vender las divisas en el mercado local. El mecanismo consiste en pedirles a sus clientes del exterior que en vez de pagarles en dólares billete les entreguen pagarés (cartas de crédito). Una vez con esos papeles en la mano, las exportadoras colocan una porción de ellos en los mercados de capitales del exterior para conseguir efectivo y hacer frente a sus costos. Pero mientras estas compañías consideren que existe incertidumbre sobre la evolución del tipo de cambio retendrán los pagarés hasta que sea negocio liquidarlos en el mercado local. Según exigen las normas, la venta debe realizarse cinco días después de haber recibido los pagos. Pero como, bajo este mecanismo, los exportadores no reciben dólares sino promesas de pago, no tienen billetes para liquidar y se limitan a pagar los impuestos. Durante los primeros días de esta semana, los exportadores se desprendieron de los billetes acumulados durante el feriado bancario y cambiario. Ayer, al considerar que había empeorado el contexto político y económico, volvieron a retener las divisas. Y el mercado cambiario se recalentó.