La desocupación durante el último trimestre (septiembre-diciembre) de 2004 cayó al 12,1 por ciento, frente al 13,2 por ciento del trimestre anterior (julio-septiembre), y al 14,5 por ciento de igual trimestre del 2003. Los datos, que habían sido adelantados días atrás por el propio presidente Kirchner, fueron difundidos ayer por el Indec. La caída de la desocupación hacia fines del año pasado se explica, fundamentalmente, por la creación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, esas cifras esconden parte de la realidad, porque consideran como ocupados a los beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar, en los papeles dirigidos justamente a jefes de familia desocupados. Si se los cataloga como desocupados, entonces la tasa de desempleo sería del 16,2 por ciento.
Según el Indec, además, la tasa de subocupación (aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales) también cayó: del 16,3 por ciento en el último trimestre de 2003 al 14,3 por ciento en el cuarto trimestre de 2004.
La información preliminar publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos es demasiado escueta como para sacar conclusiones definitivas: recién el 11 de marzo se publicarán los datos completos de la encuesta permanente de hogares con las tasas de desempleo de cada uno de los aglomerados del interior del país. No obstante, de las consultas que realizó este diario con algunos funcionarios del área, se destacan los siguientes comentarios:
- La tasa de empleo (población ocupada sobre población total) sigue creciendo sostenidamente.
- El año pasado (entre el último trimestre de 2003 y el último de 2004) se habrían creado 700.000 puestos de trabajo.
- Es un número elevado si se tiene en cuenta que, dado el crecimiento poblacional, por año es necesario crear 230.000 nuevos puestos de trabajo para evitar que la tasa de desocupación aumente.
- El número de desocupados, según el Indec, rondaría 1,7 millón de personas, frente a 1,9 millón un año atrás. A su vez, habría 2,1 millones de personas subempleadas.
- Las cifras anteriores, como se dijo, consideran como ocupados a los beneficiarios de planes Jefes de Hogar, que ahora ascienden a 1,6 millón de personas.
- En la actualidad, la elasticidad empleo-producto (cuánto crece el empleo por cada punto de crecimiento del PBI) rondaría el 0,8 por ciento: es decir, por cada punto de aumento del producto crece 0,8 puntos el empleo. Para tener un parámetro de comparación, en los primeros cuatro años de la convertibilidad esa tasa fue de 0,26 por ciento y en el momento de mayor auge (entre octubre del ’95 a mayo del ’98) llegó al 0,52.
- En la nueva Encuesta de Hogares del Indec se considera desocupado a aquella persona sin trabajo que en el último mes buscó “activamente” empleo. En la anterior encuesta se le preguntaba si había buscado sólo en la última semana.
- Hubo variaciones muy poco significativas en la “tasa de actividad”, que mide la población que busca trabajo, por lo que casi la totalidad de la caída de la desocupación se explica por la creación de nuevos empleos.
- La tasa de actividad se mantiene en niveles elevados para lo que es la tradición argentina, entre otras cosas, porque la nueva EPH capta mejor “actitudes” que antes no contemplaba. Por ejemplo, ahora se considera que una persona buscó “activamente” trabajo en el último mes si consultó por alguna oportunidad laboral a un amigo o si puso un aviso en un local comercial del barrio.
Si se miran los datos históricos, el pico máximo de desocupación se alcanzó en mayo de 2002, con 21,5 por ciento, sin contabilizar planes sociales. En el primer trimestre de 2003 cayó a 17,7 por ciento, y desde entonces siguió una curva descendente (con excepción del segundo trimestre de 2004) para terminar el año pasado en el 12,1 por ciento.
Si se consideran desocupados a los beneficiarios de planes Jefes la tendencia es similar, pero la historia es distinta: en los últimos dos años, la desocupación cayó del 26,6 por ciento al 16,2 por ciento.