ECONOMíA
› LA REGULACION PARA EL GAS EN GARRAFAS YA ES LEY
Control al gas de los pobres
El Senado convirtió en ley el Régimen Regulatorio de la Industria y Comercialización del Gas Licuado de Petróleo (GLP), pero volvió a postergar el tratamiento del proyecto sobre el impuesto al gasoil, que será discutido la próxima semana. Tras un extenso debate que giró sobre el artículo 14 de la norma que regula la comercialización de GLP, el justicialismo no pudo hacer pesar su número y, por la oposición del radicalismo y de los provinciales, no obtuvo por tres votos los dos tercios necesarios para que el proyecto estableciera que las garrafas pertenecen a los fraccionadores y no, como regresó el pliego desde Diputados, a su comprador.
El resto del proyecto fue aprobado por unanimidad, con algunas modificaciones menores hechas en la Cámara baja, por lo que el texto fue convertido en ley y enviado al Poder Ejecutivo para su promulgación. Por la mañana, el senador santacruceño justicialista Nicolás Fernández, titular de la Comisión de Combustibles, había anunciado un acuerdo con las distribuidoras y las empresas fraccionadoras de gas en garrafas para superar la disputa por la propiedad de los envases que venía trabando la sanción del proyecto del marco regulatorio del GLP.
Al defender el proyecto originario de Senado, Fernández había mencionado que “el tema de la propiedad del envase es asignar la responsabilidad del mantenimiento, el acondicionamiento y el llenado de los envases”. En contrario, el radical jujeño Gerardo Morales mencionó que en la zona norte del país los argentinos que están obligados a usar garrafas quedarían “cautivos” de los grandes fraccionadores, que podrían monopolizar el mercado merced a su poder económico.
En tanto, el tratamiento del proyecto para convertir la actual tasa al gasoil del 18,5 por ciento en una alícuota de hasta el 20,2 por ciento fue nuevamente pospuesto para la próxima semana, porque el justicialismo no logró juntar los votos necesarios para su aprobación. El anuncio lo realizó en la sesión el jefe de bloque del justicialismo, Miguel Angel Pichetto, quien reiteró que el impuesto no será trasladado “al precio final del combustible” y criticó a la bancada del radicalismo que en la Cámara de Diputados prestó sus manos para aprobar el proyecto que luego pasó al Senado, donde se negó.
“Hay que aclarar que se trata de un proyecto que necesita el gobierno nacional y que es fundamental para el transporte en la Argentina”, dijo Pichetto al defender el proyecto. Sin embargo, y al reconocer que no estaban los votos necesarios, Pichetto sostuvo que continuarán las gestiones ante “los gobiernos provinciales y ante los senadores que no están a favor de esta ley”.
El proyecto de ley establece que el impuesto del 20,2 por ciento sobre la transferencia y la importación de gasoil será afectado al desarrollo de proyectos de infraestructura o a la eliminación o reducción de los peajes existentes. Sin embargo, el punto conflictivo sigue siendo el monto de la alícuota, dado que los senadores que se oponen a su tratamiento exigen la adición de un artículo que específicamente asegure que el impuesto no será trasladado al precio final.