ECONOMíA
› ESTADOS UNIDOS SUBIO LA TASA DE
INTERES DE REFERENCIA PARA EL MUNDO
Ellos se cubren, los demás pagan
La Reserva Federal subió la tasa para prevenir el riesgo de inflación interna. El costo es para los países deudores.
La Reserva Federal de Estados Unidos aumentó la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, con lo que el indicador quedó en el 2,75 por ciento anual. La decisión fue tomada frente al riesgo de una mayor inflación en la economía estadounidense. La suba era prevista por los analistas de los mercados financieros. Para la Argentina, que luego del canje quedó con la mayor parte de su deuda a tasa fija o desvinculada de los indicadores internacionales, el cambio no tendrá mayor relevancia en el corto plazo. La situación será distinta sobre fin de año, cuando el país deba comenzar a financiar parte de sus obligaciones, pero, en última instancia, todo dependerá del tipo de acuerdo que se alcance con el FMI.
Desde junio de 2003, cuando la tasa de interés se ubicaba en el 1 por ciento, su nivel más bajo desde 1958, el Comité de la Reserva Federal (FED) que dirige Alan Greenspan aplicó siete subas. En los fundamentos de la medida, la FED explicó que las presiones sobre la inflación han aumentado en los últimos meses y que, por lo tanto, continuará incrementando la tasa en forma “moderada” en el corto plazo. Poco después del anuncio y la publicación del comunicado de la FED, las acciones caían en Wall Street, los rendimientos de las obligaciones a largo plazo subían y el dólar se fortalecía.
El razonamiento que acompaña a la suba de la tasa de interés presupone que los aumentos de precios se producen porque la economía se “recalienta”, haciendo que la demanda de bienes crezca más que su producción. La suba de la tasa serviría para “enfríar” esta situación al quitar recursos del sector real –a la producción y, sobre todo, al consumo– y trasladarlos al sector financiero. Todo este razonamiento es válido hacia el interior de una determinada economía pero, al tratarse de Estados Unidos, el efecto es distinto, pues afecta a los flujos financieros internacionales.
Para algunos economistas, se trata de uno de los mecanismos que tiene la economía estadounidense para absorber recursos del resto del mundo. En cualquier caso, estas variaciones, no cuando son sólo de un cuarto de punto sino cuando representan cambios de tendencia, provocan redireccionamientos de los flujos financieros internacionales que, entre otros efectos, impactan sobre las tasas de los mercados emergentes.
A grandes rasgos la tasa de referencia bajó entre 1991 y 1993, lo que facilitó la reestructuración de las deudas públicas de muchos países, entre ellos de la Argentina con el Plan Brady. A partir de 1994, la tasa comenzó a crecer fuertemente hasta alcanzar 6,50 por ciento en el 2000. Durante ese período se incrementó el endeudamiento de las economías emergentes. También se produjeron las crisis financieras internacionales. La suba de tasas no es la única causa, pero acompaña.
En el contexto actual de la Argentina, la tendencia alcista de la tasa de referencia no tiene mayor impacto. La razón principal es que no existen necesidades de financiamiento de corto plazo. Si existen, será sobre fin de año. La clave se encuentra en el tipo de acuerdo que se alcance con el FMI. Obviamente, si el roll over (la refinanciación de los vencimientos a medida que se van produciendo) con el Fondo es total las necesidades de financiarse en los mercados serán menores.
Otro punto es que, tras el canje de deuda, prácticamente no existen obligaciones atadas a las tasas de interés internacionales. Uno de los logros del canje fue, precisamente, haber conseguido una tasa fija para los nuevos papeles. Y los que se ajustan, lo hacen en función de la inflación local.